tag:blogger.com,1999:blog-46953195900471619612024-03-13T18:07:53.343+01:00Cardamomo y clavoMaría Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.comBlogger452125tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-21508532055981194432023-12-16T18:30:00.006+01:002023-12-29T20:25:11.248+01:00La dicha de leer IV (y final)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrQKxKoSpBlc3vglvp65TnaJGF_A_niyCER_OX68_1GC4m6lnGLoQVP7mHH8ZKcCmIxowlLj3PTTHXgZSLSGrHgmYeERmM1uE5JfGtPCijZHfmdthT7Y_Pqjkti0tqpJwTCMsS1WoZlToSU7Srq7tsLoki3EhWQfCSIe49LFVffAziHd5oNSErk8nxc4WR/s4160/tarang-dave-qe6VO_l2260-unsplash.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3120" data-original-width="4160" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrQKxKoSpBlc3vglvp65TnaJGF_A_niyCER_OX68_1GC4m6lnGLoQVP7mHH8ZKcCmIxowlLj3PTTHXgZSLSGrHgmYeERmM1uE5JfGtPCijZHfmdthT7Y_Pqjkti0tqpJwTCMsS1WoZlToSU7Srq7tsLoki3EhWQfCSIe49LFVffAziHd5oNSErk8nxc4WR/w640-h480/tarang-dave-qe6VO_l2260-unsplash.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: justify;">Que nadie piense que esta lista es infinita. Por mucho que lea, con esta última entrada, concluye. Son libros en general muy interesantes, sin pasar por alto algún título acompañado de demasiado ruido comercial y que a mí, ni fu ni fa, sino todo lo contrario. ¿Cuál será? ¿O se tratará de varios? </p><p style="text-align: justify;">Volví a leer <i>Miedo</i> de Stefan Zweig, porque fue elegido para <i>charrar </i>sobre él en el club de lectura de mi #pueblitobueno, Arándiga. Cómo me gustan estos libros que son breves e inmensos al mismo tiempo, que provocan conversaciones sobre multitud de temas. Tanto que, cuando crees que ya lo has dicho todo sobre la lectura, recuerdas otro asunto que te llamó la atención. Todo eso y mucho más despierta <i>Miedo</i>. E incluso esa propia emoción. </p><p style="text-align: justify;"><i>Sevillana</i>, de Charo Lagares. No suelo desconfiar de los libros que llegan acompañados de mucho ruido y frases que no admiten emociones superlativas mayores. No desconfío, pero me parece una falta de respeto que luego no solo no cubran las expectativas sino que sean libros malos. Y éste es uno de ellos. Una trama básica, pero que leí pensando que en algún momento daría un giro. No lo hubo. </p><p style="text-align: justify;">Para evitar decepciones como la anterior, regreso a esos autores y autoras que creo son valores seguros. También diré que he tenido algunos que dejaron de serlo. De momento, Delphine de Vigan mantiene el listón altísimo. Me encantó <i>Basada en hechos reales</i>.</p><p style="text-align: justify;">De Maggie O'Farrell solo he abandonado un libro: <i>La extraña desaparición de Esme Lennox</i>. Pero en este año he leído tres volúmenes firmados por ella: <i>El retrato de casada</i> y <i>La primera mano que sostuvo la mía</i>. Ambos de Libros del Asteroide, editorial con la que siento mucha afinidad y de la que, de hecho, este año es quizá de la que más títulos elegí. </p><p style="text-align: justify;">En la recta final del curso, en Tinta Fina, leímos y compartimos conversación sobre <i>Sí, lo hice</i>, de Victoria Bermejo, y <i>Soy fan</i>, de Sheena Patel. El primero me gustó y divirtió, el segundo no me despertó ningún interés. </p><p style="text-align: justify;">De Jacobo Bergareche me gustó y conmovió <i>Los días perfectos</i>, sin embargo, <i>Las despedidas</i> me pareció bien escrito, pero sumamente previsible. Creo que no es tan bueno como dice todo el mundo. Para nada. </p><p style="text-align: justify;">No suelo elegir libros que me hagan reír, según alguien que me conoce muy bien porque soy 'una triste'. Norah Ephron lo consiguió con <i>No me gusta mi cuello.</i> Buenísimo libro editado como el anterior y los dos siguientes por Libros del Asteroide. </p><p style="text-align: justify;"><i>Una escritora en la cocina</i> es bastante interesante y está escrito por Laurie Colwin. Como lo es el pequeño volumen firmado por Delphine Horvilleur y que me recomendó Daniel Pinilla: <i>Vivir con nuestros muertos. </i></p><p style="text-align: justify;"><i>Los misterios de la taberna Kamogawa</i> es un libro sencillo y tierno, pero tampoco la lectura imprescindible que anuncian a bombo y platillo. Está escrito por Hisashi Kashiwai y a mí me gustan los escritores y escritoras asiáticos porque creo que enfocan la realidad de otra forma, con otro lenguaje y otra mirada, pero éste no lo pondría en mi lista de favoritos. Simplemente es una lectura agradable, que no abandonas pero que tampoco te entusiasma. </p><p style="text-align: justify;"><i>Mirafiori</i> de Manuel Jabois, otra gran decepción. Fabulosamente escrito, sin duda, pero irrelevante. Jabois está de moda y me parece muy bien, pero ya está. </p><p style="text-align: justify;">Busqué un libro entretenido y fácil, y pensé en Vanessa Montfort y <i>La hermandad de las malas hijas</i>. Superé las 100 páginas, pero abandoné.</p><p style="text-align: justify;"><i>Una biblioteca de verano</i>, de Mary Ann Clark Bremer, fue un regalo de Carmen Melgar. ¡Y qué bonito!</p><p style="text-align: justify;"><i>Fortuna </i>escrito por Hernán Díaz y Premio Pullitzer 2023. Me recordó bastante a <i>Hermosos y malditos</i>, y lo devoré. Además, en un momento dado me descolocó. Y eso me gustó mucho. Altamente recomendable, sin duda. </p><p style="text-align: justify;"><i>Gozo</i>, de Azahara Alonso, una delicia que invita a reflexionar página tras página sobre las cosas realmente importantes. Me gustó leerlo en la recta final del año, cuando en cierta medida, yo invariablemente hago balance de lo recorrido y de aquellos aspectos en los que quiero poner el foco en adelante. </p><p style="text-align: justify;">También viene acompañado de mil elogios Nada es verdad de Verónica Raimo. Bien, entretenido y hasta aquí suficientes halagos por mi parte.</p><p style="text-align: justify;">El último título que me ha acompañado este año también es de Libros del Asteroide, es Sola de Carlota Gurt. No es tan reciente, no despertó tanta polvareda editorial, o yo no me enteré, pero definitivamente me ha entusiasmado. Buena historia y un uso del lenguaje fascinante.</p><p style="text-align: justify;">Buen lenguaje, buena historia y cruce de vidas interesantes recoge Lucía Lijtmaer en Casi nada que ponerte. Me ha gustado muchísimo. Qué especial.</p><p style="text-align: justify;">19 leídos</p><p style="text-align: justify;">2 abandonados </p><p><br /></p><p><br /></p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-15810901423511638952023-12-08T18:19:00.011+01:002023-12-08T18:42:43.449+01:00La dicha de leer III<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcfYDt0odrpQD8eqztdtiT0e1vo0qf-QuMC2yyZKi-u9sUtRBrdqgRQR6QjvftsnCOO0w0WgTCEVVfYi26cazfuato9R4oJgOO0GpiqFYgc3TrzfvubAqAHoKEYOwYe6I_a9WrioqxBje5ZDORWR8TS6X1Tb5RgbYc4Pinzsekb6l-eqHcRSnf_4wr0zQO/s4032/ryan-graybill-2GQ3j5qzcUY-unsplash.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4032" data-original-width="3024" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcfYDt0odrpQD8eqztdtiT0e1vo0qf-QuMC2yyZKi-u9sUtRBrdqgRQR6QjvftsnCOO0w0WgTCEVVfYi26cazfuato9R4oJgOO0GpiqFYgc3TrzfvubAqAHoKEYOwYe6I_a9WrioqxBje5ZDORWR8TS6X1Tb5RgbYc4Pinzsekb6l-eqHcRSnf_4wr0zQO/w480-h640/ryan-graybill-2GQ3j5qzcUY-unsplash.jpg" width="480" /></a></div><br /> <p></p><p style="text-align: justify;">Sí, leo bastante. Y necesito hacerlo cada día. Creo que lo he hecho desde que aprendí a unir las sílabas, luego las palabras y después las frases, y comprender su significado. Siempre he leído, siempre tengo libros cerca. No podría vivir sin leer. O eso creo. </p><p style="text-align: justify;">Elvira Lindo es una autora que me interesa casi siempre. Leí con suma atención y cierta inquietud <i>En la boda del lobo</i>. Me gustó mucho.</p><p style="text-align: justify;"><i>La librería en la colina</i>, de Alba Donati, llegó a mis oídos a través de Patricia Osuna, amiga, compañera de podcast e impulsora junto a otra mujer que admiro enormemente, Isabel Vilches, de <b><a href="https://gretalibroscongarbo.com/" target="_blank">Greta libros con garbo</a></b>. Echadle un ojo porque es un proyecto brillante. </p><p style="text-align: justify;">Me gustó muchísimo este libro y anoté prácticamente cada título que menciona. Resulta muy especial para quienes soñaron o sueñan con tener una librería (entre quienes me incluyo). </p><p style="text-align: justify;"><i>Las voces de Adriana</i>, Elvira Navarro. Aconsejable, pero no imprescindible.</p><p style="text-align: justify;"><i>Una lectora nada común</i>, de Alan Benett, me gustó, pero no tanto como <i>La dama de la furgoneta</i>, por él también escrito y del que hay una película entrañable.</p><p style="text-align: justify;"><i>Fin de temporada</i>, de Ignacio Martínez Pisón, es una novela fácil, agradable y que a quienes tenemos conexiones con Aragón y La Rioja les resulta familiar porque cita lugares conocidos. Es la historia de una madre y de un hijo, previsible y amena. </p><p style="text-align: justify;"><i>El perfume de las flores de noche </i>escrito por Leïla Slimani. Pequeño volumen que supuso mi primera aproximación a esta autora. Me gustó e interesó tanto que espero volver a ella. </p><p style="text-align: justify;">Le concedí una nueva oportunidad a <i>Libertad</i>, de Jonathan Franzen. Esta vez lo leí con el ebook dado que una de las razones por las que lo abandoné fue por su volumen y peso. No hubo forma. Superé las 250 páginas y chispún. No alcancé las 672 que lo componen. Me gustó lo que leí, y coincido en que Franzen escribe muy bien, pero el tema en sí, no me resultó lo suficientemente interesante. </p><p style="text-align: justify;">Si hay un libro que me ha gustado especialmente en este 2023 ha sido <i>Hermosos y malditos</i>, de Francis Scott Fitzgerald. Lo devoré en la maravillosa playa de Isla Cristina. Bien escrito, buena historia, ritmo... una delicia de principio a fin. Tengo pendiente continuar descubriendo a este gran autor. </p><p style="text-align: justify;">Bonito, triste, entrañable, duro. Así es <i>La fórmula preferida del profesor</i>, de Yoko Ogawa.</p><p style="text-align: justify;">Triste, duro y nada bonito ni mucho menos entrañable es el libro que Annie Ernaux dedica a su madre. Su título es <i>Una mujer. </i>Que haya elegido dichos adjetivos para definirlo no le resta valor. A esta mujer, premio Nobel, siempre, siempre hay que leerla. </p><p style="text-align: justify;">Volví a Edurne Portela y me reí porque los gatos de la protagonista de <i>Formas de estar lejos</i> se llaman Vargas y Llosa, y Daniel Pinilla todavía no se cree que no haya leído nada firmado por este autor que, en mi opinión, es un señoro y al que no quiero dedicarle ni un gramo de mi tiempo y atención. </p><p style="text-align: justify;">Solo me reí con ese detalle, el libro es durísimo y retrata una situación de violencia lamentablemente muy habitual en este mundo en el que los hombres matan a las mujeres por el simple hecho de ser mujeres. </p><p style="text-align: justify;">Precisamente, <i>La mujer de papel</i> es uno de los volúmenes que anoté mientras disfrutaba de la lectura de <i>La librería en la colina</i>. Su autora es Rabih Alameddine quien me llevó a un lugar que desconozco: Beirut. La suya es una historia asimismo terrible que demuestra el poder de los libros ante las situaciones más espeluznantes. </p><p style="text-align: justify;">Cuando he seguido las flechas amarillas del Camino de Santiago nunca me he llevado libros por una cuestión obvia: el peso. Pero el ebook tiene esa ventaja y a mí, que no me echo la siesta, me salvó este verano. </p><p style="text-align: justify;">Devoré, con sensación de asco, a ratos, y de cabreo máximo, en otros, el libro firmado por Cristina Araújo Gámir: <i>Mira a esa chica. </i></p><p style="text-align: justify;">La lectura de <i>Señoras. Una guía integral de la salud en la menopausia</i> significó un soplo de airecito fresco entre tanto sofoco. Está escrito por varias autoras -Elena del Estal, Alberta Mª Fabris, Adriana F. Caamaño y Tania R. Manglano-, profesionales de diferentes ámbitos y quienes comparten espacio, <b><a href="https://www.zentroempatia.com/" target="_blank">Zentro Empatía</a></b>, en Madrid, y una forma feminista y crítica de abordar la salud femenina. </p><p style="text-align: justify;">En este proceso que vivo desde hace cinco años, llamado perimenopausia, unas etapas de mayor equilibrio dan paso a otras en las que vivo abrasada, desesperada y agotada por el insomnio. Me gustó este libro, lo subrayé y lo tengo en la mesilla. </p><p style="text-align: justify;">Y pedí cita con una ginecóloga del centro porque me niego a asumir la explicación que me dan un ginecólogo sí y otro también: "Hay que pasarlo. Nada lo alivia ni remedia".</p><p style="text-align: justify;">Me gustan los libros sobre botánica, sobre la naturaleza. Daniel Pinilla me comentó que, por casualidad, había llegado a sus manos el librito escrito por Leticia Rodríguez de la Fuente: <i>Tocar tierra</i>. Y que a él, no habituado a este tipo de escritura, le había gustado. Que estaba seguro de que a mí me encantaría. Y sí, lo recomiendo porque disfruté mucho leyendo la historia de emprendimiento y reinvención de su autora. </p><p style="text-align: justify;"><i>Cicatriz</i>, de Sara Mesa. Lo he dicho mil veces, de modo que una más, no importará. Me atrae mucho la escritura de esta autora, los temas que se atreve a abordar y que suelen ser incómodos, pero me molestan los finales que otorga a historias que te han llevado con un ritmo tan atractivo. Supongo que mantener el nivel será complicado. </p><p style="text-align: justify;">No le quito mérito, pero sí lo comento. Me molesta su manera de finiquitar los libros, pero seguiré leyendo a Sara Mesa siempre que publique. Otro punto a favor: los libros no son muy extensos. Y este dato, que puede parecer absurdo, a veces es un estímulo. Tampoco creo que el ritmazo que consigue fuera sostenible más allá de 200 páginas. </p><p style="text-align: justify;">Concluyo este texto con una recomendación: id al cine y no os perdáis <i>Un amor</i>, adaptación de la novela de Mesa, dirigida por Isabel Coixet y con guión junto a Laura Ferrero. Tan inquietante y desagradable, en momentos, como el libro. Peliculón que incomoda, como la realidad. </p><p style="text-align: justify;">15 leídos.</p><p style="text-align: justify;">1 abandonado. </p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-27991413081131953692023-12-03T18:00:00.001+01:002023-12-03T18:00:00.137+01:00La dicha de leer II<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjj_7_8isqXcBwDSd90VcabxDFS_Zw6pk7mM2D0Nr999b9m5WJFkW85hTBVtO0BYgE2wB9JGwdrL4kPoPWq9npVe8lcmxCFOfdF7EDvGaQFc4VTF-LAUBKJRHshe_7Sc5eYHdyv5pgSukW1JsPEI0oKwtGiJjFGtf0AwPdfs29BOYOwX9Ldv-kdeirVBJd5/s5528/daria-shevtsova-d7v2EXFJcWY-unsplash.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="5528" data-original-width="3685" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjj_7_8isqXcBwDSd90VcabxDFS_Zw6pk7mM2D0Nr999b9m5WJFkW85hTBVtO0BYgE2wB9JGwdrL4kPoPWq9npVe8lcmxCFOfdF7EDvGaQFc4VTF-LAUBKJRHshe_7Sc5eYHdyv5pgSukW1JsPEI0oKwtGiJjFGtf0AwPdfs29BOYOwX9Ldv-kdeirVBJd5/w426-h640/daria-shevtsova-d7v2EXFJcWY-unsplash.jpg" width="426" /></a></div><br /> <p></p><p style="text-align: justify;">En mi opinión, un libro siempre es un gran regalo. Y nunca se tienen libros suficientes. Así que prosigo con la lista de mis lecturas en 2023 y si alguien necesita ideas para sorprender o sorprenderse quizá aquí encuentre alguna pista. </p><p style="text-align: justify;">Daniel Pinilla con frecuencia me hablaba de un libro como el idóneo para Tinta Fina. Cuando fue mi turno, lo elegí. </p><p style="text-align: justify;"><i>Bajo el árbol de los Toraya</i>, de Philippe Claudel. A mis colegas de charla literaria les encantó, sin embargo a mí me gustó, pero no rozó el entusiasmo. Aún así agradezco la sugerencia y siempre son bienvenidas las de alguien con tan buen criterio como Dani. </p><p style="text-align: justify;"><i>El libro de los Baltimore</i>, escrito por Jöel Dicker, posiblemente es el título que menos me ha gustado del autor, pero lo devoré como si me fuera la vida en ello. Este hombre a mí, personalmente, me genera adicción. </p><p style="text-align: justify;">Fue una maravilla volver a mi admirada Almudena Grandes. <i>Los pacientes del doctor García</i> es una de mis lecturas favoritas de este año que se asoma a su fin. De manera paralela, vi la serie. Nada que ver, pero tampoco está mal. En este volumen, Grandes, una vez más, imparte clases de historia definitivamente imprescindibles. </p><p style="text-align: justify;">Como fue un placer regresar a la prosa de Luis Landero en <i>Una historia ridícula</i>. Este autor español no falla. Poco después también leí (y recomiendo) <i>El balcón de invierno</i>. </p><p style="text-align: justify;">En un momento de falta de interés por nuevos libros, pedí sugerencias en mis redes. Me llegaron varias de las cuales elegí: <i>Los naufragios del corazón</i>, Benoite Groult. Abandonado. </p><p style="text-align: justify;">Me gusta Laura Ferrero. Y me gustó mucho su último lanzamiento editorial: <i>Los astronautas</i>. </p><p style="text-align: justify;">Me interesó, me gustó, pero también hubo pasajes que me resultaron arduos. Sobre todo los concernientes a historias de pacientes del pasado. Me refiero a <i>La Historia de los vertebrados</i>. Dame un libro que hable de las maternidades, que seguramente lo lea. Su autora es Mar García Puig. </p><p style="text-align: justify;">Alguien a quien admiro mucho escribió un volumen, en apariencia ligero, sobre piscinas y superó naturalmente cualquier expectativa. Anabel Vázquez escribe de cine, aporta información interesante y es un gustazo sumergirse en sus páginas como si de un chapuzón en una piscina se tratara en una tarde sofocante. Su libro lleva por título <i>Piscinosofía</i>. </p><p style="text-align: justify;">Me gustó e inquietó <i>De bestias y aves</i>, de Pilar Adon.</p><p style="text-align: justify;">Me fascinó y posiblemente sea uno de los libros que más he recomendado en estos meses. Me refiero a <i>Maddi y las fronteras</i>, qué historia tan especial y necesaria la que ha recuperado y novelado Edurne Portela. Ella, Portela, me gusta bastante. </p><p style="text-align: justify;">10 libros muy disfrutados.</p><p style="text-align: justify;">1 abandonado. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-18879134172225181932023-11-26T18:37:00.000+01:002023-11-26T18:37:07.153+01:00La dicha de leer I<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPOs0XmWRWyFYohdb-zO6JXHx4NgfuMEwfeZLQw0kDrdb5MoBQflsjoZ952SK5wIl251sAsQg-WChe4ces3XclmDf1ZBglH37fe1vNsQuQSlj6oh3f1up8cj2AdWuHfsDQkG8HRZBr78wWKLMeSk_9XWyCeShZcQHbMqe2oBH9ffSQ77n9xYJ1Mh0sqj2D/s2300/aliis-sinisalu-yzVxz_OYVxU-unsplash.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1533" data-original-width="2300" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPOs0XmWRWyFYohdb-zO6JXHx4NgfuMEwfeZLQw0kDrdb5MoBQflsjoZ952SK5wIl251sAsQg-WChe4ces3XclmDf1ZBglH37fe1vNsQuQSlj6oh3f1up8cj2AdWuHfsDQkG8HRZBr78wWKLMeSk_9XWyCeShZcQHbMqe2oBH9ffSQ77n9xYJ1Mh0sqj2D/w640-h426/aliis-sinisalu-yzVxz_OYVxU-unsplash.jpg" width="640" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;">Desde que leyera el título de mi librito sobre el Camino en una lista de un lector, decidí publicar al finalizar el año los volúmenes disfrutados, con más o menos gusto, así como los abandonados.</p><p style="text-align: justify;">Este año la lista es más extensa debido al uso del ebook que, por si a alguien le interesa, es un Kobo Clara 2E, con el que estoy encantada. </p><p style="text-align: justify;">Como un único post sería demasiado extenso, he decidido empezar hoy con la primera entrega y ojalá que, si alguien busca regalo para las próximas navidades, aquí encuentre alguna idea. </p><p style="text-align: justify;">Mantengo dos clubes de lectura, Tinta Fina, en Madrid, y La Charradica, en mi pueblo, Arándiga. El año comenzó con <i>Serge</i>, título elegido por Carmen Melgar para el primero. Escrito por Yasmina Reza, quien disecciona una familia a partir de la relación de tres hermanos. Aunque mi cabeza cada vez guarda menos información, recuerdo que me gustó.</p><p style="text-align: justify;">Leí multitud de opiniones sobre el volumen por aquel momento recién publicado de Héctor Abad Faciolince: <i>Salvo mi corazón, todo está bien</i>. No fui capaz de leerlo. Abandonado sin cargo de conciencia. No estaba dispuesta a empezar un nuevo año perdiendo el tiempo.</p><p style="text-align: justify;"><i>Tristura</i>, de Elena Quiroga, tampoco me volvió loca aunque a él me acerqué con mucho interés. </p><p style="text-align: justify;"><i>Casa vacías</i>, de Brenda Navarro, sin embargo me hizo boom en la cabeza. Lo recomiendo tanto como <i>Ceniza en la boca</i>. Ambos son dos libros altamente impactantes y desgarradores. </p><p style="text-align: justify;"><i>La familia</i>, de Sara Mesa, fue devorado. Y me causó la misma sensación que otros libros de ella, que escribe realmente bien pero los finales no son lo suyo. O sus finales no son lo mío. </p><p style="text-align: justify;">Cuando 2022 rozaba el final, descubrí a Delphine de Vigan. Y en el inicio del nuevo año, leí <i>Las lealtades</i> al que siguió <i>Los reyes de la casa</i>, que confirmaron que es una de mis escritoras favoritas. </p><p style="text-align: justify;"><i>La puerta de las estrellas</i>, editado en España por Galaxia Gutenberg y escrito por Ingvild H. Rishoi. Me quitó el sueño una madrugada y no dormí hasta terminarlo. </p><p style="text-align: justify;"><i>Silencios</i> de Tillie Olsen, fue elegido por Claudia Saiz para Tinta Fina y aunque a la mayoría se nos quedó corto o un pelín descafeinado, inspiró una interesante conversación. </p><p style="text-align: justify;"><i>La frontera lleva su nombre</i>, firmado por Elena Moreno Scheredre. Me lo prestó mi amiga Ana y me gustó muchísimo. Me encanta que los libros me lleven a lugares que conozco en primera persona. En este caso a Navarra, al Roncal. Aunque en algunos momentos es un poco edulcorado, me interesó la historia de las golondrinas. Hasta entonces no había oído hablar de ellas y de su valentía (forzada).</p><p style="text-align: justify;">A Annie Ernaux hay que leerla. Siempre. <i>Pura pasión</i> es, como la mayoría de sus libros, breve, conciso y certero. </p><p style="text-align: justify;"><i>Tea Rooms</i>, Luis Carnés, me interesó mucho, pero he de confesar que en algunos momentos eché de menos más ritmo. </p><p style="text-align: justify;"><i>El porvenir de la mujer</i>, título de Concepción Arenal que comencé con muchísimo entusiasmo y que no he terminado. Pero no lo doy por abandonado. </p><p style="text-align: justify;"><i>Los besos</i> de Manuel Vilas me gustó bastante. Y en cierta medida, me reconcilió con el autor que tanto me entusiasmó con <i>Ordesa</i> y tanto me defraudó con <i>Alegría</i>. Semanas después volvió a dejarme una sensación de cabreo con <i>Nosotros</i>, que abandoné. </p><p style="text-align: justify;">Celebramos un club de lectura en el podcast que comparto con Dani Pinilla y ahora con Patricia Osuna, de Greta libros con garbo, y volví a leer <i>La nieta del Sr. Linh, </i>firmado por Philippe Claudel. Es una joyita inmensa. </p><p style="text-align: justify;"><i>Los incomprendidos</i> y <i>Los ingratos</i>, de Pedro Simón, ambos literalmente me los zampé en un fin de semana. Me encantaron. No les encontré ni un pero. </p><p style="text-align: justify;"><i>Las palabras justas</i>, de Milena Busquets, lo leí con gusto y con la sensación de que no me iba a cambiar la vida. Así fue lo cual no resta que disfrutara de su lectura.</p><p style="text-align: justify;"><i>Lo que hay</i>, de Sara Torres, me produjo ni frío ni calor, y en algunos momentos, bola inmensa. Pero lo finalicé. </p><p style="text-align: justify;"><i>Un caso de tres perros</i>, de Sophia Bennett, fue como estar dentro de The Crown. Me divirtió. Fue el título elegido por Elena Rodríguez para Tinta Fina. </p><p style="text-align: justify;">Hasta aquí 20 libros leídos; dos abandonados y uno en proceso. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><br /></p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-68476689107336219272023-11-05T19:08:00.006+01:002023-11-05T21:17:19.286+01:00Lala fue y es luz<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwzivj0ZPWEVfpvDrPCziUZOgBFoip21UN3QCOgauwrKAB0Z4LB0eZRnHkoRvxgmtmH_PoEp4wmJXk8ez7cGitCY0XOYnwdyzEPCeS_6BZMJUXrTaPI7LbX9-KkSk2xSApxzUsZjkBl6oScZF4qjLc6KBLCV4slNeWI37Yiz__8iHwnUYbCQZHdJ5Vg82q/s1536/IMG_20200802_184341_503.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="1536" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwzivj0ZPWEVfpvDrPCziUZOgBFoip21UN3QCOgauwrKAB0Z4LB0eZRnHkoRvxgmtmH_PoEp4wmJXk8ez7cGitCY0XOYnwdyzEPCeS_6BZMJUXrTaPI7LbX9-KkSk2xSApxzUsZjkBl6oScZF4qjLc6KBLCV4slNeWI37Yiz__8iHwnUYbCQZHdJ5Vg82q/w400-h400/IMG_20200802_184341_503.jpg" width="400" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;">Hoy, hace 30 días que tomé la decisión de dormir a Lala. Darle descanso. </p><p style="text-align: justify;">Y desde entonces he querido escribir sobre ella, sobre su amor, sobre lo que supuso en nuestras vidas y lo que cambió irremediablemente. Pero no he podido. He sentido un bloqueo.</p><p style="text-align: justify;">Voy a intentarlo.</p><p style="text-align: justify;">Digo que tomé la decisión porque Josemi se resistió a asumir que había llegado el momento de decirle adiós. Luego me agradeció la firmeza en mi decisión. No haber esperado más días.</p><p style="text-align: justify;">Lala llegó a nuestras vidas el 1 de junio de 2020. Se fue el 5 de octubre de 2023. En esos 3 años y algunos meses ella y yo apenas nos separamos. Fuimos una compañía silenciosa, constante. Yo le hablaba, pero Lala ni siquiera ladraba. Lo hizo por primera vez al año de estar en casa y alucinamos. Supimos que tenía la voz ronca. </p><p style="text-align: justify;">Lala fue discreta y muy elegante. No ladraba. No incomodaba. Se escondía. Pasaba desapercibida, o eso pretendía. Porque no lo consiguió con su mirada. </p><p style="text-align: justify;">Durante ese tiempo recorrimos varias veces al día nuestra calle. Siempre con paso lento. Y siempre, cada día, casi diría que en cada paseo, alguien se paraba y reconocía lo especial de su mirada. </p><p style="text-align: justify;">Ahora, que parece que supero el bloqueo, quiero darle las gracias a Lala. Ella fue luz.</p><p style="text-align: justify;">Se fue con luz. </p><p style="text-align: justify;">Quizá sea mi forma de ser, pero hasta en el instante final, cuando cerró los ojos, vi belleza. La belleza de haberla tenido cerca este tiempo. </p><p style="text-align: justify;">Su amor es el más limpio que he sentido hacia mí. </p><p style="text-align: justify;">Gracias, Lala. Siempre vas a ser luz. </p><p style="text-align: justify;">PD. Hoy, Frida me ha abrazado fuerte. Sé que ha sentido mi tristeza.</p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-89745051693619340912023-11-02T16:02:00.006+01:002023-11-05T21:16:01.820+01:0020 kilómetros de agradecimiento <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvhyphenhyphen2X5To9wV7DwqSrBniUq1b1t05GBtQNmFEQO0AkfY6YAoOdNf7YmsyTNLaXe9GbVGXs0cwEQageDwEyje8AN5Dus45gV09yl3jk652vYa20yYXYvlRgvYxwa2mI3riHjeL-w-9ytKahLHg2-yAauwVaNKbFNiSQ9DCGPwTgGwy07YA4QD0rS3vTZaQ5/s4000/IMG20231101143639.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvhyphenhyphen2X5To9wV7DwqSrBniUq1b1t05GBtQNmFEQO0AkfY6YAoOdNf7YmsyTNLaXe9GbVGXs0cwEQageDwEyje8AN5Dus45gV09yl3jk652vYa20yYXYvlRgvYxwa2mI3riHjeL-w-9ytKahLHg2-yAauwVaNKbFNiSQ9DCGPwTgGwy07YA4QD0rS3vTZaQ5/w300-h400/IMG20231101143639.jpg" width="300" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p style="text-align: justify;">Ayer comenzó mi Camino y hoy termina. El más breve, pero uno de los más especiales. </p><p style="text-align: justify;">20 k de agradecimiento.</p><p style="text-align: justify;">Estoy profundamente emocionada por haber caminado, ayer, desde Astorga a Rabanal del Camino, junto a una de las personas que más quiero y admiro, mi padre. </p><p style="text-align: justify;">Recordé la primera vez, cuando inicié mi relación de absoluto amor con el Camino. </p><p style="text-align: justify;">Fue en 2009, desde Astorga, como ayer. Con el Bro y con quien se convertiría en un gran amigo, Edi, mi hermano colombiano. </p><p style="text-align: justify;">Los 20 k de ayer fueron un regalo. Sol, viento, nubes, frío... Y justo al llegar al albergue El Pilar, unas gotas. </p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, esta noche ha sido desoladora debido al viento y a la lluvia. </p><p style="text-align: justify;">Cambio de planes. Así es el Camino o así lo veo yo que extraigo lecciones constantemente.</p><p style="text-align: justify;">En 2009, pese al dolor físico, no consentí causar baja. Ahora, no lo dudo.</p><p style="text-align: justify;">Anoche conocimos a León, un señor mexicano. Hemos desayunado juntos y tras desearle mucha suerte, dado que él pese a las ampollas y al tiempo se atrevía a caminar, hemos llamado a un taxista, Félix, de Molinaseca. Nos ha alegrado el día con su amabilidad. </p><p style="text-align: justify;">Lluvia, viento y nieve. </p><p style="text-align: justify;">Ríos de piedras y tierra en algunos tramos de la carretera. </p><p style="text-align: justify;">Hoy era arriesgado seguir el camino, y también hacerlo por carretera.</p><p style="text-align: justify;">Hemos rescatado a un francés, mayor, calado hasta los huesos, y que lleva caminando desde Francia, desde agosto. </p><p style="text-align: justify;">Nos ha dicho que es la primera vez que cogía un taxi y yo le he dicho que no se sintiera mal. </p><p style="text-align: justify;">Ahora estamos en Ponferrada. El tren de mañana a Zaragoza costaba 300 euros, así que nos quedamos aquí hasta el sábado. </p><p style="text-align: justify;">Mañana cumplo 46 años. Y me siento agradecida. Por el día de ayer, el de hoy, y por todos los Caminos bajo mis pies. Qué de personas se han cruzado... </p><p style="text-align: justify;">Me siento agradecida también por Check In Rioja, el albergue más especial de todos, el nuestro, el que como ha dicho hoy mi padre, hicimos posible entre todos con mucho esfuerzo. En cada Camino, regresan con fuerza los mejores recuerdos.</p><p style="text-align: justify;">Mi padre, que en marzo cumplirá 80 años, dice que ahora sí que sí es su último Camino. Yo le digo que no me lo creo. </p><p style="text-align: justify;">El próximo año ojalá discutamos por la idoneidad de ir solo, en noviembre y con un teléfono patatero. Ojalá. </p><p style="text-align: justify;">Él ha caminado solo, dado que respetamos su decisión, desde Sahagún a Rabanal del Camino.</p><p style="text-align: justify;">Los 20 k de ayer junto a mi padre hablando de lo que verdaderamente importa valen oro. </p><p style="text-align: justify;">En agosto, vuelvo precisamente a estas etapas, junto a mis mujerAZAS favoritas: Araceli, Abril y Claudia.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPPGP32gsSsFNh0KkYkvBDjIzZp-sXHOvCXrcEUzzZ2TbBVt__pTZW04w-USC0J2DkbWs9sOB581ceMQ2QcWwVgeC4BSJdfViAl0E7lK3pD5ZKL_WLE7BIh57qHsx1C2CEZMz8IpwXlWD5zzXM745pPVWcOhGjbM0dS86As-3_1wSa48ve4N7UlBzflH7z/s4000/IMG20231101135934.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPPGP32gsSsFNh0KkYkvBDjIzZp-sXHOvCXrcEUzzZ2TbBVt__pTZW04w-USC0J2DkbWs9sOB581ceMQ2QcWwVgeC4BSJdfViAl0E7lK3pD5ZKL_WLE7BIh57qHsx1C2CEZMz8IpwXlWD5zzXM745pPVWcOhGjbM0dS86As-3_1wSa48ve4N7UlBzflH7z/w300-h400/IMG20231101135934.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Gracias, #caminodesantiago</p><p style="text-align: justify;">Gracias, universo</p><p style="text-align: justify;">Gracias, papá, eres admirable.</p><p style="text-align: justify;">#keepwalking</p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-82474230191717107012023-09-10T17:50:00.001+02:002023-09-10T18:10:59.174+02:0023 lectoras y lectores<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWDeWdTxUzFOBFvTBAJlTeSpOpVXrHSajEGmVIic3IsP-C7eDuj1hljE9GUHweteKXJKuxF7YD4_DxDcnpgWsAer5EbI7eREy7SysZTzP3ejIiA4b0pDvE_Y6mfc8jej0TSWdJ1MXB1SwwRs6jsZYVLtSS4frW_PsG8utu4jbEXs2c2_XFqCEXkX3e2Xxs/s1920/IMG_20230910_173114_478.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1080" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWDeWdTxUzFOBFvTBAJlTeSpOpVXrHSajEGmVIic3IsP-C7eDuj1hljE9GUHweteKXJKuxF7YD4_DxDcnpgWsAer5EbI7eREy7SysZTzP3ejIiA4b0pDvE_Y6mfc8jej0TSWdJ1MXB1SwwRs6jsZYVLtSS4frW_PsG8utu4jbEXs2c2_XFqCEXkX3e2Xxs/w360-h640/IMG_20230910_173114_478.jpg" width="360" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">23 es hoy para mí un número enorme. Es el número de lectoras y lectores que nos hemos sumado a La Charradica, el club de lectura que desde hace unos años tantas alegrías me provoca y que celebramos en mi #pueblitobueno, Arándiga.</p><p style="text-align: justify;">Es bonito el gran número dado que nuestro pueblo es más bien pequeño. Es precioso que hoy hubiese cuatro mujeres que se acercaban por vez primera, y que una de ellas fuera del pueblo de al lado, de Morata de Jalón. Ella acompañaba a Lola, que también es de Morata y a quien ha sido un absoluto placer escuchar hablar sobre Stefan Zweig. </p><p style="text-align: justify;">Lola ha dicho que la lectura de este autor le cambió su forma de estar en el mundo. Emocionada ha recordado multitud de títulos. No era la única que había leído con pasión al célebre escritor. </p><p style="text-align: justify;">Hemos charrado sobre <i>Miedo</i>, elegido por Luis, quien por cierto lo ha presentado fantásticamente. </p><p style="text-align: justify;">Es un volumen muy breve, pero en mi opinión inmenso. Su lectura invita a hablar sobre multitud de temas: el matrimonio, la seguridad, las convenciones, la mujer, la maternidad, el adulterio... y, claro, también sobre el miedo. </p><p style="text-align: justify;">A mí volver a leerlo me ha hecho precisamente sentir miedo. El autor ha conseguido contagiarme de las sensaciones y emociones literalmente. </p><p style="text-align: justify;">Es precioso ser parte de este pequeño gran club. Me emociona escuchar a mujeres y hombres de generaciones y recorridos tan diferentes hablar con tanta entrega sobre libros.</p><p style="text-align: justify;">Algunos y algunas hablamos más, otros prefieren escuchar. No importa. Hoy se ha generado una atmósfera muy especial. Cuánta sabiduría nos rodea y qué poca consciencia tenemos de ello. Basta con juntarse y charrar. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRNGN7oScHhWQX6-NCXdr0a8-F-RKeM7j2uJTX8PqbwDBVp-JoySJLBIV8kh5H6EIAvQZDb9BP6i9gBnzGCsxkMoBGhmAnW-yjEiWnwbZDgosHGqlK3ZoCth41ls14gyfd2db_AqvJZyLaSfrMf-1lYXxc8-mt89cwIs4gj6lvS5G49I9NS33pqlPJKC5m/s1920/IMG_20230910_173027_908.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1080" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRNGN7oScHhWQX6-NCXdr0a8-F-RKeM7j2uJTX8PqbwDBVp-JoySJLBIV8kh5H6EIAvQZDb9BP6i9gBnzGCsxkMoBGhmAnW-yjEiWnwbZDgosHGqlK3ZoCth41ls14gyfd2db_AqvJZyLaSfrMf-1lYXxc8-mt89cwIs4gj6lvS5G49I9NS33pqlPJKC5m/w360-h640/IMG_20230910_173027_908.jpg" width="360" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">¡Y ojo a los aperitivos que montamos!</p><p style="text-align: justify;">La próxima cita será el 4 de noviembre, sábado, y contaremos con la asistencia de Miguel Mena. Que nos acompañe es, sin duda, un verdadero lujo. </p><p style="text-align: justify;">Nunca imaginé que gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas pudiéramos cambiar el mundo. El mío, al menos, está cambiando gracias a estos maravillosos lectores y lectoras.</p><p style="text-align: justify;">Gracias por la charrada de hoy. </p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-71421191738796556072023-08-26T16:27:00.008+02:002023-09-11T15:28:12.630+02:00Querido Camino<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKS3bf4q4jYwo55BLK-1tEF_tOG2fTYXDsckw1EHyYxdya2R7yE0huOS30h-yZ5P0JRC1o3hEXFN0cUDdUowNIG-7ryUfKfKBwc59ck45KS81oVhuvGzN8VuVdkPF0SouXY5I_6P83SGWUIEqCjpB6g29jV0TPWFH5gUXNHR52DXqzzr75jg3OjtVBhPsO/s3000/IMG_20230824_133206_0064.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKS3bf4q4jYwo55BLK-1tEF_tOG2fTYXDsckw1EHyYxdya2R7yE0huOS30h-yZ5P0JRC1o3hEXFN0cUDdUowNIG-7ryUfKfKBwc59ck45KS81oVhuvGzN8VuVdkPF0SouXY5I_6P83SGWUIEqCjpB6g29jV0TPWFH5gUXNHR52DXqzzr75jg3OjtVBhPsO/w400-h400/IMG_20230824_133206_0064.jpg" width="400" /></a></div><br /><br /><p></p><p>Camino en mayúsculas. Por todo lo que representa.</p><p>Hemos concluido nuestro trocito anual de Camino. Esta vez, Burgos a León. </p><p>De nuevo, una experiencia inolvidable. Tanto que me explota el corazón de gozo. No, no me explota. Pero sí está desbordado de emociones.</p><p>Este Camino ha traído nuevas, e importantes, lecciones.</p><p>Saber rendirse. Decir 'no puedo caminar'. Decirlo en voz alta. Coger tres taxis, tres días. Sin culpa. Y sabiendo que Abril, Claudia, Araceli y yo somos un equipo juntas y solas. </p><p>Sí, saber dejar ir.</p><p>Dormir bajo las estrellas. Sin miedo. Con asombro ante tanta belleza, en las ruinas de San Antón. </p><p>Y hacerlo tranquila a pesar de los tres gatos cuyos ojos brillaban en la oscuridad. Siento un miedo que me bloquea ante los misinos.</p><p>Llorar. Mucho. Poco. Llorar.</p><p>Hacerlo por la emoción de escuchar a Abril cantar en esas ruinas, bajo esas estrellas. </p><p>Hacerlo al recordar la infancia junto a mis primas y Eva. Tan simple como ver un sifón de regadío y llorar.</p><p>Hacerlo al cruzar aquel puente cuya primera vez crucé junto a mi padre.</p><p>Volver a la adolescencia. Sí, en este Camino he escuchado música (no suelo hacerlo) y he bailado. Y U2 me llevó a los veranos en Cambridge. Pensé en que entonces nunca imaginé en qué mujer me convertiría. </p><p>La vida.</p><p>Hablar mucho con estas mujeres que me colman el corazón de energía.</p><p>Confirmar intuiciones y buscar soluciones.</p><p>Dormir poco y caminar de noche. Yo que tachaba de locos a quienes salían a las 5 am. Toma taza y media.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUFUAcj7pSsvKqvaqQ50oQbLhDTU611g4yQYtgsPuoLnckrEVTKVtotyzEZSU__EJcGr8bEPW0zbGkJddxpVpKS3Ads2rlx3Z_XCD_yGA7iFUjIbsbeC3j2r6PIdJWCEqMkFMd_DTSr1gQn67oJfvcXoaszkktL2ZutLw3u4aW9Pl0Y-cqjLtPiUCH07mi/s4000/IMG20230824054811.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUFUAcj7pSsvKqvaqQ50oQbLhDTU611g4yQYtgsPuoLnckrEVTKVtotyzEZSU__EJcGr8bEPW0zbGkJddxpVpKS3Ads2rlx3Z_XCD_yGA7iFUjIbsbeC3j2r6PIdJWCEqMkFMd_DTSr1gQn67oJfvcXoaszkktL2ZutLw3u4aW9Pl0Y-cqjLtPiUCH07mi/w300-h400/IMG20230824054811.jpg" width="300" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgi0_XXZcOFrCutbc7pUbKiaGWgpDUNSP07nqycpYNz1P1enRmMrW1X7mvh-WAqtdaJ7Y_BPJK4e5vylXQ8fXhC-PznnfajRV9RZWBfIHcTT2seHY1kwoXAq_ELnrDW3q6piXKd-iDdL3BMoPCMmmVhXiz5rn20kXtl7J6oMUDBbHctwM_Bi6kY7SBjKv72/s4000/IMG20230824091135.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgi0_XXZcOFrCutbc7pUbKiaGWgpDUNSP07nqycpYNz1P1enRmMrW1X7mvh-WAqtdaJ7Y_BPJK4e5vylXQ8fXhC-PznnfajRV9RZWBfIHcTT2seHY1kwoXAq_ELnrDW3q6piXKd-iDdL3BMoPCMmmVhXiz5rn20kXtl7J6oMUDBbHctwM_Bi6kY7SBjKv72/w300-h400/IMG20230824091135.jpg" width="300" /></a></div><p><br /></p><p>Ser feliz. Muy feliz.</p><p>Agradecer casi a cada paso.</p><p>Enmudecer ante los amaneceres.</p><p>Querer mucho a Claudia, a Diego y a Álvaro.</p><p>Quererle a él.</p><p>Querer a mis padres y hermanos.</p><p>Pensar mucho en Lala. Y en el significado de la ternura.</p><p>Pensar en mis pies. En el dolor que me han provocado y en la felicidad. Así ha sido.</p><p>Gracias, Camino.</p><div style="text-align: left;">Nos vemos. Sólo falta un año.</div>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-3394434031631248082023-08-18T17:08:00.002+02:002023-08-18T17:08:40.167+02:00¿Por qué camino?<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUczxJ5-hjtIOA_vE4fw-gAwW6gfxPixkrddb_-7z_c5GDS5qalmUz_gjSNxk26lB9SB7U7fAaHJgTiME_zOOj80eZpUwxx-NoykGWwJvJYlbFCG9xUMvPMu3pRe5cc3LLwKN3AEV4P_QQsDmG2Ty3uesItfA2Aa3AROZ3FLT0J7qeVc2jKfG1pg0EUc--/s604/agosto%202009.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="453" data-original-width="604" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUczxJ5-hjtIOA_vE4fw-gAwW6gfxPixkrddb_-7z_c5GDS5qalmUz_gjSNxk26lB9SB7U7fAaHJgTiME_zOOj80eZpUwxx-NoykGWwJvJYlbFCG9xUMvPMu3pRe5cc3LLwKN3AEV4P_QQsDmG2Ty3uesItfA2Aa3AROZ3FLT0J7qeVc2jKfG1pg0EUc--/w400-h300/agosto%202009.jpg" width="400" /></a></div><br /> <p></p><p style="text-align: justify;">Soy la persona que aparece detrás, doblada de dolor. El del paraguas rojo es Nacho. El bro.</p><p style="text-align: justify;">En agosto de 2009 no podía imaginar que el veneno del Camino quedaba inoculado en mi ser. Ahora bien, aquí afirmo que no vivo atrapada en él. Pienso, como lo dejé recogido en mi pequeño librito, que el Camino no es la vida real. La real es la otra, la que duele, la que emociona, la que te exige seguir. </p><p style="text-align: justify;">Mañana regreso a él. Lo haré junto a mis personas vitamina: Claudia, Abril y Araceli.</p><p style="text-align: justify;">Nunca hubiese imaginado tanta conexión. Yo que en mi esfera personal soy asocial, solitaria, rara, muy rara. Ellas me cargan las pilas.</p><p style="text-align: justify;">Hace un rato conversaba con una amiga, Lidia, que acaba de concluir su primer Camino. 40 días desde Roncesvalles a Finisterre. Le decía cuáles son las razones por las que yo regreso al Camino.</p><p style="text-align: justify;">Porque es la oportunidad de tomar distancia de algunos problemas. </p><p style="text-align: justify;">O dicho de otra forma: para afrontar el día a día con perspectiva.</p><p style="text-align: justify;">Para conectar con mi verdadero ser. El reto después es recordarlo.</p><p style="text-align: justify;">Para valorar todo lo bueno que me rodea.</p><p style="text-align: justify;">Para restar dramatismo a lo malo.</p><p style="text-align: justify;">Para relativizar y no vivir ni en el negro ni en el rosa. En tonos intermedios.</p><p style="text-align: justify;">Así que ahora mismo estoy nerviosa. Sé que esta noche no podré dormir. He hecho y deshecho la mochila 30 veces. </p><p style="text-align: justify;">Estoy feliz porque estreno mochila. Siempre caminé con la de mi padre. Pero en mi 45 cumpleaños pedí a mi familia una mochila de regalo. Necesitaba que fueran ellos quienes me la obsequiaran.</p><p style="text-align: justify;">Me siento plena. Sé que el Camino removerá asuntos que durante el resto del año a veces guardo debajo del felpudo, como dice Naiara. Pero estoy preparada.</p><p style="text-align: justify;">keep walking, </p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-9216681959614593992023-08-03T19:51:00.002+02:002023-08-03T19:51:45.999+02:00Lee más fuerte<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEauL3HQSWsYcmzgryYDKqGWxqBXZQ3okeEUS4yP1c12cvofUy4628_p6nhpVb9b0ca4j2ah3XV2AD1lumGxxa6n-ytCpwWASFCkF1qir2mujzRNc_uB0QcKs4yVk17CDnzWbo-0Qw-T3XuAM1NL5dBB8E_0gS-Okcd6S58FM3CJrTRqv32lbR1peY_nuY/s7952/annie-spratt-2IgI5Z_JRyc-unsplash.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="7952" data-original-width="5304" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEauL3HQSWsYcmzgryYDKqGWxqBXZQ3okeEUS4yP1c12cvofUy4628_p6nhpVb9b0ca4j2ah3XV2AD1lumGxxa6n-ytCpwWASFCkF1qir2mujzRNc_uB0QcKs4yVk17CDnzWbo-0Qw-T3XuAM1NL5dBB8E_0gS-Okcd6S58FM3CJrTRqv32lbR1peY_nuY/w426-h640/annie-spratt-2IgI5Z_JRyc-unsplash.jpg" width="426" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Katixa tuvo una librería en la que yo pasaba cantidad de horas. Recuerdo Deborahlibros, en Pamplona, como un lugar que me reconfortaba. Ella, Katixa, me enseñó esta frase que a veces me planteo escribir en mi piel, tatuarla: Lee más fuerte.</div><p></p><p style="text-align: justify;">Y sí, en este verano estoy leyendo fuerte, fuerte. </p><p style="text-align: justify;">Hablaré sobre algunas de las lecturas en <b>Vol.2</b>, el podcast que comparto con Dani Pinilla y ahora también con Patricia Osuna, creadora junto a Isabel Vilches de un proyecto tan bonito como <b><a href="https://gretalibroscongarbo.com/" target="_blank">Greta libros con garbo</a></b>. </p><p style="text-align: justify;">Volvemos en septiembre, en la tercera semana, y seguro que comentamos una larga lista de títulos, pero quería poner por escrito también algunas reflexiones sobre los libros que más me han emocionado este verano.</p><p style="text-align: justify;"><b><i>Maddi y las fronteras</i>, Edurne Portela. </b>Es el segundo libro que leo de Portela, el verano pasado llegó a mis manos <i>Los ojos cerrados, </i>y justo en estos momentos estoy con el tercero, que fue el primero que publicó de los que menciono: <i>Formas de estar lejos (2019). </i></p><p style="text-align: justify;">De los tres, sin duda, <i>Maddi </i>es el que más me ha gustado. Mucho, muchísimo. Me ha encantado conocer la historia de una mujer indómita, comprometida y tan especial como María Josefa Sansberro, nacida en Oiartzun en 1895. </p><p style="text-align: justify;">A partir de unos documentos, Portela ha creado el personaje, le ha dado voz y ha firmado una maravillosa historia sobre una mujer que ayudó a infinidad de personas, que se divorció cuando era imposible, que no dio a luz pero fue madre... y no digo más. Os invito a leer este libro tan especial.<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglDPfCKrqVlQB54t9H3QNJ8NdCPoYrRXytCzCaJac6RO7LjZsuAGn9ftGrRii5PXQodfqdsPdqxOGwNpWwU3V8AjypePrVxteLRow-5SIrJ3lx222NGoAA-XY6OTHJYxEJ5HLRxZH_HgGWJPljLI01q_g2ZBiqYFcjb8C_AvfeIrKhYDyfszMfPdoNf3Aq/s615/cob-Maddi-y-las-fronteras-416x615.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="615" data-original-width="416" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglDPfCKrqVlQB54t9H3QNJ8NdCPoYrRXytCzCaJac6RO7LjZsuAGn9ftGrRii5PXQodfqdsPdqxOGwNpWwU3V8AjypePrVxteLRow-5SIrJ3lx222NGoAA-XY6OTHJYxEJ5HLRxZH_HgGWJPljLI01q_g2ZBiqYFcjb8C_AvfeIrKhYDyfszMfPdoNf3Aq/w270-h400/cob-Maddi-y-las-fronteras-416x615.jpeg" width="270" /></a><br /><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="text-align: justify;"><b><br class="Apple-interchange-newline" /></b><div style="text-align: justify;"><b><i>En la boca del lobo</i>, Elvira Lindo.</b> Posiblemente uno de los libros de Lindo que más me han gustado. Conocemos la historia de Julieta y de su madre, que regresan al pueblo de origen de la segunda, La Sabina. Sobre lo que se esconde, los prejuicios, la violencia, la mirada de los otros y mucho más. Leedlo también. </div></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTjwZfWG4Ixui7spjQYwXhAnuRlrPjfDgPn1evwvHYcGeR2gs1tYs8yeB-lGfi2nK1W_F-T2wUdlC4cnzVa-yD9j9jZnqkvrv2dQbcmedHDLYSirY99IDJp7xHvgvBvmWgXqrW2a6k52GAG90DdwB35O7fhJw3PDtsnnKxuJh2TOXIIhsu5Qpw4zFEsj1C/s943/9788432241963.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="943" data-original-width="552" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTjwZfWG4Ixui7spjQYwXhAnuRlrPjfDgPn1evwvHYcGeR2gs1tYs8yeB-lGfi2nK1W_F-T2wUdlC4cnzVa-yD9j9jZnqkvrv2dQbcmedHDLYSirY99IDJp7xHvgvBvmWgXqrW2a6k52GAG90DdwB35O7fhJw3PDtsnnKxuJh2TOXIIhsu5Qpw4zFEsj1C/w234-h400/9788432241963.jpeg" width="234" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><i>Lejos</i>, Rosa Ribas.</b> Inquietante y adictiva, así puedo definir esta novela. Nunca desvelo más de la cuenta y tampoco lo haré en esta ocasión. Sobre la soledad, los proyectos frustrados, las burbujas inmobiliarias y el deseo de ascenso social... Sobre eso y mucho más escribe Ribas y yo lo he disfrutado mucho.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTcRDMFvIRPC6mkekhLBsOoncQ9nl6iuUM__NbV2gf3n4EmsbHQMczMZXB0AGyNi_rERmsJz1LWASVMrd3TrBggVn6fUPjW2lr2SfHbZHHj-GsvPm9g9je1d4wzG2Fb-fYXuOLSdO1sba07J1OU54aK6HGXQeqrxxWdVIO8BpcCkVCJ2TIAhG3gc-tQCdx/s829/9788411070966.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="829" data-original-width="552" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTcRDMFvIRPC6mkekhLBsOoncQ9nl6iuUM__NbV2gf3n4EmsbHQMczMZXB0AGyNi_rERmsJz1LWASVMrd3TrBggVn6fUPjW2lr2SfHbZHHj-GsvPm9g9je1d4wzG2Fb-fYXuOLSdO1sba07J1OU54aK6HGXQeqrxxWdVIO8BpcCkVCJ2TIAhG3gc-tQCdx/w266-h400/9788411070966.jpeg" width="266" /></a><span style="text-align: justify;"> </span></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><br /> </p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-40612303594747183242023-07-30T12:27:00.002+02:002023-07-31T00:19:08.963+02:00Éramos muy felices<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOdBZYBce7Epq9RFDEt21NqSYoWLz4dR-FAechOgyLyFpBOYT1inyqBnRb7WSbR3o4LqFXGwCTcVqxvrc3lTamsCRWeC-tmSOSTb_obDjtmu15TOJPoZrT8h5PfwjzROEE_aKy4c7A3CgJxcpH1zyhNa6uRD6IQq6rPiTr9YD7_cXkNHxlrdYJYT5RRNJY/s4000/IMG20230730110130.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOdBZYBce7Epq9RFDEt21NqSYoWLz4dR-FAechOgyLyFpBOYT1inyqBnRb7WSbR3o4LqFXGwCTcVqxvrc3lTamsCRWeC-tmSOSTb_obDjtmu15TOJPoZrT8h5PfwjzROEE_aKy4c7A3CgJxcpH1zyhNa6uRD6IQq6rPiTr9YD7_cXkNHxlrdYJYT5RRNJY/w300-h400/IMG20230730110130.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Cuando éramos niñas en el paradais, Monteagudo de las Vicarías, no había piscina. Pero sí pantano. Y no había orden de los adultos, calor abrasador ni sanguijuela que nos quitara las ganas de bañarnos allí.</p><p style="text-align: justify;">Ahora, que ya no soy niña y que sí hay piscina, me parece el máximo placer bañarme en el pantano.</p><p style="text-align: justify;">Suelo hacerlo después de correr (otro placer mayúsculo) y me hace realmente feliz. La sensación del agua fría, el color turquesa, la calma... </p><p style="text-align: justify;">Cuando éramos niñas mis primas, Cristi y Sara, y la sevillana, Eva, todo nos parecía bien. Creo que no nos quejábamos de nada. O en mi versión dulcificada de la infancia lo recuerdo así. </p><p style="text-align: justify;">Nunca nos aburríamos. </p><p style="text-align: justify;">En más de una ocasión he contado que el verano quedaba inaugurado cuando la sevillana capuzaba en el río. Nunca antes.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhumjt_DyqkYfNrHoL9GXQ-j_WnRvCfnuSqCFOGW5L20M9faMxlv3cWVYiLM1QhCRGkxz1ltYSfo8ZQKBy6b5G3pQXXF-YRA9qNicw5PV4AHTDj1HCABNud2ecdLQCiCnMN2hGRSA-la5RqqD2T_Xi7QwZ7akQ5uirasvCkK8bxIMVE--Tt4mwIZKY31qMr/s4000/IMG20230730110735.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhumjt_DyqkYfNrHoL9GXQ-j_WnRvCfnuSqCFOGW5L20M9faMxlv3cWVYiLM1QhCRGkxz1ltYSfo8ZQKBy6b5G3pQXXF-YRA9qNicw5PV4AHTDj1HCABNud2ecdLQCiCnMN2hGRSA-la5RqqD2T_Xi7QwZ7akQ5uirasvCkK8bxIMVE--Tt4mwIZKY31qMr/w300-h400/IMG20230730110735.jpg" width="300" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><p style="text-align: justify;">Antes de que la plaza fuera de piedra, había una fuente y eran memorables las batallas de agua. Recuerdo una con unos vecinos y sus primos franceses que aparecieron ese verano. Creo que no volvieron.</p><p style="text-align: justify;">Quienes hemos tenido la suerte de vivir la infancia o parte de ella en Monteagudo de las Vicarías, pensamos que es el paraíso, ése que suele perderse a medida que se crece. </p><p style="text-align: justify;">Hace unos meses, con motivo del Día del Libro, se organizó una iniciativa para escribir una carta al pueblo. Ayer las leí. Empecé por la primera, la de mi prima Isa, y empecé, claro, a llorar. </p><p style="text-align: justify;">Ella mencionaba la propina que gastaba en el bar del Portilla. Yo recuerdo como si fuera ahora mismo los domingos, después de misa, ponernos los 7 primos delante del abuelo Juan y recibir las monedas. Era la felicidad máxima.</p><p style="text-align: justify;">También me emocionaron mucho las palabras de Cristi. Y las de mi madre. </p><p style="text-align: justify;">Creo que ha sido una iniciativa preciosa y les doy las gracias a quienes la impulsaron. </p><p style="text-align: justify;">Supongo que para David este pueblo también es el paraíso. Él ayer inauguró la exposición de fotografías que ha ido realizando en estos años. Son en blanco y negro, y realmente emotivas. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5OmxUqdI6IQ_0gUWwQ9hB6rUuTNRilZSjJN-xVhvys_jfOUGj7bX5rh3Wxb9Gpk6Jvu2Uqrtie79J5jHoOgSN7q7hi2tlC3g_nulamv1V2jM_Ihnxemf8TfTDrDSu4r40owjCH5X621FBbinkv1B52AY8964WfcO8tThd4fdGG9uk7tMJLs54ygqL5w8O/s1920/IMG_20230730_153543.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1080" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5OmxUqdI6IQ_0gUWwQ9hB6rUuTNRilZSjJN-xVhvys_jfOUGj7bX5rh3Wxb9Gpk6Jvu2Uqrtie79J5jHoOgSN7q7hi2tlC3g_nulamv1V2jM_Ihnxemf8TfTDrDSu4r40owjCH5X621FBbinkv1B52AY8964WfcO8tThd4fdGG9uk7tMJLs54ygqL5w8O/w225-h400/IMG_20230730_153543.png" width="225" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOI1dBOZ34AMpKOMe9JeFrj-t0nzHTuH4XOHwtN9KR58pk6Cdpiubu6hRmVj_03-CiEVxCIscQZmuAUNRIPlZaOfDbuFuRoFewwTotyiqhq5HPn2Yvvx8Vap2eipI5gbXB4_DNJfhYYksUKeF5yQ4gInwoADgBjeJVfkwhYqSz0V3fwHPyEV6AMjFFwEqn/s1920/IMG_20230730_153555.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1080" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOI1dBOZ34AMpKOMe9JeFrj-t0nzHTuH4XOHwtN9KR58pk6Cdpiubu6hRmVj_03-CiEVxCIscQZmuAUNRIPlZaOfDbuFuRoFewwTotyiqhq5HPn2Yvvx8Vap2eipI5gbXB4_DNJfhYYksUKeF5yQ4gInwoADgBjeJVfkwhYqSz0V3fwHPyEV6AMjFFwEqn/w225-h400/IMG_20230730_153555.png" width="225" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGvTcuPGualzuY3N_3pfnMFcJaCk6ZRPS-SLJVhZOjhvcRFTW_60IrN2DeNHk98kEQvriGlpQ_teMTFYpY_IEQgOhpAB5otwhfmYvIADzDv4NA6hWdsmdEP-EOlkxFjV7b4fs0pFzCd4z7aZFBFm0RLdWZuXLPsNzFkRJtKlwEeUzYt0bO9E84Nl3hNnHM/s1920/IMG_20230730_153612.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1080" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGvTcuPGualzuY3N_3pfnMFcJaCk6ZRPS-SLJVhZOjhvcRFTW_60IrN2DeNHk98kEQvriGlpQ_teMTFYpY_IEQgOhpAB5otwhfmYvIADzDv4NA6hWdsmdEP-EOlkxFjV7b4fs0pFzCd4z7aZFBFm0RLdWZuXLPsNzFkRJtKlwEeUzYt0bO9E84Nl3hNnHM/w225-h400/IMG_20230730_153612.png" width="225" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJ2gxQmkuENdFCO9U20xJqwCZwIx2picJd9yLfd1uD1UqKUnttC8GUNgCDZGiU3OvdP55_-KuN0UscmoOy4Dnncg1U9MYjAJdvfNVDoFmkYkRgB4-_jiwv79L6cepUkPxI8v-x9WRGSxon7-7ODUvYfYNh48lUj0Z2LMv-A1_tdqfRQRzwOZhnjuDYp6OS/s1920/IMG_20230730_153643.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1080" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJ2gxQmkuENdFCO9U20xJqwCZwIx2picJd9yLfd1uD1UqKUnttC8GUNgCDZGiU3OvdP55_-KuN0UscmoOy4Dnncg1U9MYjAJdvfNVDoFmkYkRgB4-_jiwv79L6cepUkPxI8v-x9WRGSxon7-7ODUvYfYNh48lUj0Z2LMv-A1_tdqfRQRzwOZhnjuDYp6OS/w225-h400/IMG_20230730_153643.png" width="225" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Aparecen su abuela, su madre, sus hermanos. Aparecen la iglesia, nuestra casa que está pegada, la suya, muy cerca. También las vías del tren, los caminos, los campos de cereal. </p><p style="text-align: justify;">Y al verlas pienso en lo afortunados que somos todas y todos por haber vivido la infancia aquí. </p><p style="text-align: justify;">Seguramente hubo momentos malos, pero esos los hemos olvidado. </p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-79502954387483820382023-01-01T16:19:00.001+01:002023-01-01T16:19:53.297+01:00Volver a empezar<p>Cuando corro ordeno mis pensamientos. Esta mañana, corrí hasta Nigüella y estructuré mentalmente este post, ahora no sé por dónde empezar. Lo haré con estas dos fotos:</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsTMArVbY9G-OYt3IR2lOMDcPfeV-Riq9MgsNKAMyeUeSCP6DiSKXjwJL4l2Ac03Kfuu2Fk8qPPnWBlsNBF5A4DowWGJzsmyrFdiqwx_Xvow10h0qcyddjxBsRTDkwfaITfmU3vc-jbqyzAZaTODKeS3kX6u8cK8H7GKXn9QemqYmFPSScts9fyzyVvg/s1920/IMG_20230101_152649_933.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1080" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsTMArVbY9G-OYt3IR2lOMDcPfeV-Riq9MgsNKAMyeUeSCP6DiSKXjwJL4l2Ac03Kfuu2Fk8qPPnWBlsNBF5A4DowWGJzsmyrFdiqwx_Xvow10h0qcyddjxBsRTDkwfaITfmU3vc-jbqyzAZaTODKeS3kX6u8cK8H7GKXn9QemqYmFPSScts9fyzyVvg/w398-h640/IMG_20230101_152649_933.jpg" width="398" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwNqeAqzWGcd1tg3QFARuQqFV7FfgrzpEKPGM7ryNZAFiuRoltbWaPYsIuhTeJRVaBMKQ7VgsUZ1yM-Z-5u0CmtTMFSyTAo48q3MYBlNItK1Dxpm854pfdknZ8CjsD7sRRh0NF5fsSwpi7UzYO1Y0Ik7NGk_iBtp0EaYhPfYuKCNmUDIBZlbfKJ76JKw/s4000/IMG20230101144258.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="531" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwNqeAqzWGcd1tg3QFARuQqFV7FfgrzpEKPGM7ryNZAFiuRoltbWaPYsIuhTeJRVaBMKQ7VgsUZ1yM-Z-5u0CmtTMFSyTAo48q3MYBlNItK1Dxpm854pfdknZ8CjsD7sRRh0NF5fsSwpi7UzYO1Y0Ik7NGk_iBtp0EaYhPfYuKCNmUDIBZlbfKJ76JKw/w398-h531/IMG20230101144258.jpg" width="398" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Para algunas personas que os asomáis a este blog no significarán nada, pero para otras muchas, sí. Hoy ha sido el último día que ha abierto la panadería de Jesús, en nuestro pueblo. Él tomó el relevo de sus padres y desde entonces, cada día, domingos y festivos incluidos, ha amasado y horneado esta maravilla de pan. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Ya no lo hará más. Se jubila y espero que disfrute mucho de su tiempo libre. Ojalá afronte esta nueva etapa sabiendo que ha cumplido un papel importante: Nos ha hecho muy felices. Sí, a través de un alimento tan básico nos ha hecho muy felices. Cuántas veces al comer mi parte favorita, el cuscurro, he exclamado: ¡Este pan es gloria!. Pues bien, si no me los quitan hoy, me quedan cuatro cuscurros. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Decía que iba a ser un post desordenado. Continúo.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Ayer corrí mi primera San Silvestre, en Morata, junto a Merche. Bueno, los primeros diez metros porque ella fue una valiente y corrió sin pestañear. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Mi madre todavía me dice que fui una insensata y que podía haber sufrido una parada cardiorrespiratoria. Sin duda. 45 años, polvorones de más en cada muslo y una laringitis que habita en mí desde hace un mes y que me ha convertido en doña toses. El caso es que llegué a la carrera, vi a la gente calentar y pensé: ¡Qué exagerados si son 6 kilómetros! Fueron los peores 6 km de mi vida. Toma bofetada por soberbia. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Fueron cinco vueltas y en cada una de ellas tuvimos que subir una cuesta, desde la fuente y hacia las escuelas, que estoy segura que siendo niña subí millones de veces. Ayer, tuve que hacerlo en dos ocasiones andando. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">El público se agrupaba en la meta y teníamos que pasar dos veces por delante de ellos en cada vuelta. Prometo que no me fui en la primera vuelta por la vergüenza. Me animaron como nunca antes me habían animado en una carrera. Escuchaba a cada paso: ¡Vamos, María Rosa, vamos! Sí, me llamó María Rosa. Y me emocioné tanto que pensé que no podía fallarles. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Después de la carrera, me acerqué a quienes había reconocido para agradecerles los ánimos. A quién no volví a ver fue al chico que iba detrás de mí y que en un ascenso de la maldita cuesta, me dijo, 'No pares, corre conmigo'. Gracias, no sé cómo te llamas, pero muchas gracias. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Ayer, cerré un año en el que he corrido mi primera media maratón sin apenas sufrimiento y los seis kilómetros más infernales de mi vida. La clave, no hay duda, entrenar. Y comer menos polvorones. Me he puesto doblada.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">No me dio la parada que anunciaba mi madre, pero justo al acabar sufrí una neuralgia en el lado izquierdo de la cabeza. Cené las borrajas con arroz y almejas que había pedido a mi madre, y a las 10 de la noche estaba en la cama porque ni siquiera podía enfocar la vista y leer. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Habrá quien piense que vaya manera triste de acabar y empezar el año, porque esta mañana seguía con dolor de cabeza. Yo creo que fue la traca final a unos meses en los que enlazo un catarro detrás de otro. ¡Pero se tienen que acabar! Creo que me voy a alimentar a partir de ahora de jalea real, propóleo, y todas las vitaminas que encuentre. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Ayer, me encontré con una compañera de la escuela y del instituto, la hija de Don Paco. Siempre digo que es a este maestro y a mi padre a quienes debo la afición por correr. Hacía muchísimos años que no la veía y me contó que leía este blog y que había pensado en varias ocasiones en escribirme. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Al recordar sus palabras esta mañana, yo que estoy tan obsesionada con la muerte, he pensado que no hay que dejarse cosas en el tintero. Por pequeñas que sean. A mí me hubiese hecho muchísima ilusión haber recibido un mensaje de María. Como en su día lo recibí de Noelia. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Acaba una Navidad muy especial. Aunque ayer me hubiese encantado subir a la plaza a comer las uvas y haber besado a medio pueblo, lo ha sido. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Lo ha sido gracias a la primera edición del juego de Papá Noel que nos propuso mi hermano Pablo. Gracias a las risas con la bata-manta para el 'pantasma', como dijo mi padre muerto de la risa recordando a su madre, mi abuela Teresa, quien cambiaba algunas letras de las palabras. </div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">También gracias a ascender a la Sierra de Morata, al punto geodésico, junto a Frida y a dos de las personas que más quiero. Gracias a subir también al Pedroso y escuchar a Claudia decir: '¡Qué bien se está aquí, tía! ¿Nos quedamos más rato?'.</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">En fin, que prometí un post desordenado y he cumplido. Y que pese a haberlo acabado y empezado regular, sé que va a ser un año bonito. Eso depende de mí y estoy dispuesta a vivirlo con esa actitud. </div>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-15714494538736920162022-12-31T10:30:00.042+01:002023-01-01T17:11:23.063+01:00Afortunadamente, otro año lector III<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQwczyIKt80gVhWrBJBVI7o_xzhZLwXtAj2_42-7C8WpEN6bwZ1zm9ZMlKWLsCNHW2Y7vb6Djx2m4YThrjDnb82j6fmz48gMMzXDY_23IufwCuJIBxzWN-YDXimaLg8zS2VgYv8PEMlOj-p0bVCqu6cb0sNK0HjQEYG2HVRzxILLlk70Dw7uJ86g3B2g/s5184/valentin-antonini-0eTLk6dA_Ds-unsplash.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="5184" data-original-width="3456" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQwczyIKt80gVhWrBJBVI7o_xzhZLwXtAj2_42-7C8WpEN6bwZ1zm9ZMlKWLsCNHW2Y7vb6Djx2m4YThrjDnb82j6fmz48gMMzXDY_23IufwCuJIBxzWN-YDXimaLg8zS2VgYv8PEMlOj-p0bVCqu6cb0sNK0HjQEYG2HVRzxILLlk70Dw7uJ86g3B2g/w266-h400/valentin-antonini-0eTLk6dA_Ds-unsplash.jpg" width="266" /></a></div><p><br /></p><p style="text-align: justify;">Saber que a final de año voy a publicar esta lista supone un pequeño reto conmigo misma. </p><p style="text-align: justify;">Seguramente sea más competitiva de lo que creo y, en este caso, es conmigo misma con quien me planteo superar el número de volúmenes leídos el año previo o, al menos, no diferir mucho del número alcanzado. </p><p style="text-align: justify;">Sigo con la tercera entrega de un año afortunada y verdaderamente lector. </p><p style="text-align: justify;">Durante el verano, suelo leer bastante. Tanto en vacaciones como por las tardes ya que tengo jornada intensiva, que por cierto a mí no me gusta nada. </p><p style="text-align: justify;">Regalé a mi hermano <i>El camino del fuego</i>, de María Oruña, y lo leí en cuanto supe que la trama transcurría en Escocia. No soy muy aficionada a la novela de intriga o negra, pero me resultó ameno. </p><p style="text-align: justify;"><i>Quién cerrará la puerta</i> recoge una historia principalmente y varias que convergen acaecidas durante la Guerra Civil en la localidad próxima a mi pueblo, Calatorao. Lo ha escrito Jesús Trasobares y lo ha editado Pregunta. Es altamente recomendable desde mi punto de vista. </p><p style="text-align: justify;">La tristeza de los personajes dibujados por Haruki Murakami conectan totalmente conmigo. Recuperé <i>Al sur de la frontera, al oeste del sol</i> y lo disfruté mucho. </p><p style="text-align: justify;">Desde Lanzarote llegó <i>La intuición de la isla</i>, firmado con cariño por su autora, Pilar del Río. Todavía no lo he concluido porque me temo que, como muchos otros libros, no quiero que acabe, quiero seguir conociendo la vida de Saramago en Lanzarote, isla en la que yo espero vivir algún día durante una temporada. Solo pido un año... </p><p style="text-align: justify;">Ya en el otoño, empecé <i>Timandra</i>, de mi admirado autor griego Kallifatides, y sigo leyéndolo porque, como señalé, en el post anterior, me está costando, pero bajo ningún concepto abandono a este señor. </p><p style="text-align: justify;">Anabel optó por <i>Tostonazo</i> de Lorenzo Santiago y mi impresión fue que hace honor al título. </p><p style="text-align: justify;"><i>Todo va a mejorar</i>, publicado de manera póstuma por Almudena Grandes, fallecida en noviembre de 2021, me ha gustado muchísimo al tiempo que me ha angustiado en determinados momentos. </p><p style="text-align: justify;">Regresé del verano con la atención un poco diluida y creí que recurrir a un libro ameno, sin complicaciones, me ayudaría a centrarme. <i>Las olas del tiempo perdido</i> cumplió la función. Durante los días que pasé en Tenerife celebrando mi 45 cumpleaños apenas levanté la vista del libro de Sandra Barneda para bañarme en la piscina. </p><p style="text-align: justify;">Patricia e Isabel de <b>Greta, libros con garbo</b>, de nuevo me hicieron un regalo. Se trató naturalmente de un libro y acertaron de lleno. <i>La librera de París</i>, de Kerri Maher, me encantó. </p><p style="text-align: justify;">En el puente de diciembre visité a Daniel Pinilla en la biblioteca de Morata, me llevé tres libritos y entonces, sí que sí, superé cualquier bloqueo lector. <i>Los días perfectos, Las gratitudes</i> y <i>La mujer helada</i> me gustaron tanto que <a href="https://cardamomoyclavo.blogspot.com/2022/12/tres-libros-conmovedores.html" target="_blank">sobre ellos escribí aquí</a>. </p><p style="text-align: justify;">También durante esos días festivos de diciembre, comencé <i>La frontera lleva su nombre</i>, escrito por Elena Moreno, pero decidí dejarlo y que mi madre lo disfrutara. Espero retomarlo muy pronto porque intuyo que me va a atrapar. </p><p style="text-align: justify;">Pasé un maravilloso (y reparador) fin de semana con Rosa y Txus, y ella me animó a comprarme un libro electrónico. ¡Sí, yo con un libro electrónico! Y de momento estoy más que feliz. En apenas una semana y, gracias al sistema de préstamos de la red de bibliotecas de Aragón, he leído <i>Las inseparables</i> de Simone de Beauvoir y <i>Qué vas a hacer con el resto de tu vida</i>, de Laura Ferrero. Los dos son lecturas altamente recomendables, cómo escriben ambas mujeres. </p><p style="text-align: justify;">Compré mi primer libro electrónico: <i>Serge</i>, de Yasmina Reza, elegido por Carmen para el primer Tinta Fina de 2023 y que también estoy leyendo con sumo placer. El último libro de nuestro fantástico club fue <i>El chico de la última fila </i>de Juan Mayorga. Me encantó leer, después de tanto tiempo, una obra de teatro y tan buena.</p><p style="text-align: justify;">Despido el año comenzando<i> Salvo mi corazón, todo está bien, </i> de Héctor Abad Faciolince, después de haber escuchado opiniones muy positivas.</p><p style="text-align: justify;">Y hasta aquí el balance del que parece sí ha sido un gran año lector.</p><p style="text-align: justify;">48 libros leídos y 8 en proceso o pendientes de retomar, es decir, no abandonados.</p><p style="text-align: justify;">Ojalá lleguen días bonitos con tiempo para seguir leyendo.</p><p class="MsoNormal" style="background: white; margin-left: 47.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--></p><p class="MsoNormal" style="background: white; margin-left: 47.25pt; mso-list: l0 level1 lfo1; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; tab-stops: list 36.0pt; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--></p><br /><p></p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-92196418127513567842022-12-29T10:35:00.001+01:002022-12-30T09:03:33.665+01:00Afortunadamente, otro año lector II<p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO-3XOODuilCIiZal4bimRyLOofW5C3A6X-0xOhQ6ckZfCBlSNgewHjQTihredRzkUZWzlFyIFWdRCiR-nTLIpAbCpTcUwhf6vqkvatYRuoRcT0qDSleWzVk4gg_jsiz8X8Xt6hv-xNJ3ep18LRS13jaGxptxToE3b4ZJ91WtE34n4f5WtvMCryHerXg/s5680/paige-cody--esAIGzeMqU-unsplash.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="5680" data-original-width="3792" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjO-3XOODuilCIiZal4bimRyLOofW5C3A6X-0xOhQ6ckZfCBlSNgewHjQTihredRzkUZWzlFyIFWdRCiR-nTLIpAbCpTcUwhf6vqkvatYRuoRcT0qDSleWzVk4gg_jsiz8X8Xt6hv-xNJ3ep18LRS13jaGxptxToE3b4ZJ91WtE34n4f5WtvMCryHerXg/w268-h400/paige-cody--esAIGzeMqU-unsplash.jpg" width="268" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Continúo haciendo balance de los libros que he leído en estos últimos doce meses. </p><p style="text-align: justify;">Me gusta este ejercicio porque implica que vuelva a ellos, que valore las sensaciones que me provocaron: satisfacción, aburrimiento, asombro, conmoción... ¡Qué maravilla todo lo que los libros nos pueden provocar!</p><p style="text-align: justify;">Tras los años de pandemia, recuperamos con alegría el club de lectura del #pueblitobueno Arándiga: La Charradica. Lo hicimos leyendo, de nuevo, ese título cumbre de las letras aragonesas y españolas que firmó Ramón J. Sender en 1953: <i>Réquiem por un campesino español</i>. </p><p style="text-align: justify;">No me canso de releer este libro que dice tanto con tanta sobriedad y sencillez. Definitivamente es magnífico, y además, me recuerda aquellos días en los que nuestro pueblo, y los de alrededor, recibieron al equipo de la película homónima en la que yo participé con apenas ocho años. </p><p style="text-align: justify;">Como verdadera joya, diminuta y a la vez inmensa, decido catalogar la obra de Lucía Boned Guillot: <i>La voz del padre, la voz de la madre</i>. Y no añado más esperando que la busquéis y disfrutéis. </p><p style="text-align: justify;">Me gustó bastante la historia en torno al bar familiar retratada en <i>Collado</i>, escrito por Carles Armengol y que me recomendó Rafa de Nakama. </p><p style="text-align: justify;">No me cambió la existencia, pero quien me conoce sabe que mantengo que la literatura también va de eso, de simplemente entretener y abrir una ventanita a la evasión. Vaya por delante que Armengol retrata a muchas personas que se han cruzado también en nuestros caminos y que, siendo niños, como a él, nos causaban una profunda impresión. </p><p style="text-align: justify;">Personalmente me gustan los libros que bucean en la infancia y en los recuerdos de esa etapa que casi siempre nos parecen enormes. </p><p style="text-align: justify;">A quién le interese, como a mí, el tema del aborto, que busque <i>Interrupción</i>, de Sandra Vizzavona. Leerá sobre dolor, vergüenza, dignidad, culpa... </p><p style="text-align: justify;">Llegado el verano, tomé de la estantería <i>Libertad</i> de Jonathan Franzen. Leí más de 300 páginas, pero pesa tanto que lo tengo descansando en la mesilla de noche. Debería retomarlo, lo sé. </p><p style="text-align: justify;">Tanto me habían recomendado a Miguel Mena, Daniel, María y Ana, que a esta última le pedí prestado <i>Alcohol de quemar</i>. Diré que me impresionó bastante. Justo acabo de engullir <i>Puente de hierro</i>, ambos editados por Pregunta. </p><p style="text-align: justify;">Joël Dicker es sinónimo de verano y de atracón. Devoré literalmente <i>El caso de Alaska Sanders</i>. </p><p style="text-align: justify;">Terminé -aunque deseaba que nunca acabase- la rara perla de Irene Vallejo: <i>El infinito en un junco</i>.</p><p style="text-align: justify;">Volví a Kallifatides con <i>El asedio de Troya</i>.</p><p style="text-align: justify;">Me deleitó mucho <i>Vida en el jardín</i>, Penélope Lively, y me emocionó profundamente <i>Luna llena</i>, Aki Shimazaki. De ella, años atrás, había leído<i> Hozuki, la librería de Mitsuko</i>, altamente recomendable. </p><p style="text-align: justify;">Aunque sí lo he hecho anteriormente, en este momento de mi vida apenas leo ensayo. En este género se enmarca <i>La utilidad de lo inútil</i>, de Nuccio Ordine, que me gustó bastante, y <i>Contra los hijos</i>, firmado por Lina María Meruane Boza. </p><p style="text-align: justify;">También sobre la maternidad y cuestiones que en algún punto de nuestras vidas nos influyen profundamente a las mujeres, es el relato personal de Amaya Ascunce: <i>La idea de ti</i>. </p><p style="text-align: justify;">Ana me dejó <i>Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea</i>, firmado por Annabel Pitcher, y me gustó mucho leerlo. Me fascinaron tanto <i>La bajamar</i>, de Aroa Moreno Durán, como <i>Agua y jabón</i>, de Marta D. Riezu, que propuse en Tinta Fina y que provocó un animado club de lectura. </p><p style="text-align: justify;">Hablando de clubes de lectura, volví a leer <i>Naturaleza infiel</i>, publicado por Cristina Grande, quien tiene una casa en nuestro pueblo, Arándiga, y abrió sus puertas para recibirnos y comentar su obra. </p><p style="text-align: justify;">Quedan libros y este post se está extendiendo más de lo que imaginé. Vuelvo pronto con más... </p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-11337317969718899972022-12-26T17:02:00.014+01:002022-12-30T08:59:14.541+01:00Afortunadamente, otro año lector I<p></p><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkfxARnz4O3CB97Qt8fLlDsbdjKdGNAqHm7hBF-QnjuqlbMIgngdwEKwCgof4dXIAlf8-326zxoYcNIUyyW1wnXzwOoeCkyg1FxnbM77bTwnkquxP4HvfvSc9ZchzIlWJmc1-NAnoW0CtiRVvVrEXZmANriD7QBLH_SlN5SR9pXKzLa6pJjTvbs3SUIg/s3130/madison-o-friel-oHxUp1NdP_s-unsplash.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3130" data-original-width="2075" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkfxARnz4O3CB97Qt8fLlDsbdjKdGNAqHm7hBF-QnjuqlbMIgngdwEKwCgof4dXIAlf8-326zxoYcNIUyyW1wnXzwOoeCkyg1FxnbM77bTwnkquxP4HvfvSc9ZchzIlWJmc1-NAnoW0CtiRVvVrEXZmANriD7QBLH_SlN5SR9pXKzLa6pJjTvbs3SUIg/w265-h400/madison-o-friel-oHxUp1NdP_s-unsplash.jpg" width="265" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En un ratito, como quién dice, se va un año más. Y ya llevamos 45. Éste, afortunadamente, me lo he pasado en gran medida leyendo. Que me parece un gran plan. Casi, el mejor plan. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Comparto, como viene siendo mini tradición, mi lista de lecturas, con el ánimo de no presumir y sí animar a coger estos u otros títulos y sumergirse en una afición o vicio maravillosos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Comencé el año, viajando en furgo a Almería, Granada y pasé una noche preciosa en el aparcamiento de las Tablas de Daimiel. Entre unos y otros lugares, devoré literalmente dos libros: <i>Cervantes para cabras, Marx para ovejas</i>, de Pablo Santiago Chiquero, y el trepidante título <i>La anomalía,</i> de Hervé Le Tellier, primero del año del club de lectura que comparto con mujeres fantásticas, Tinta Fina. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Un día cualquiera en Nueva York</i>, Fran Lebowitz, fue entretenido, pero sin demasiada trascendencia. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me parecieron imprescindibles tanto <i>Canto yo y la montaña baila,</i> de Irene Solà, como <i>Leña menuda</i>, de Marta Barrio. A la última autora la vi en un restaurante y un intercambio de palabras a propósito de Lala, me animó a darle la enhorabuena por un texto tan valiente y necesario en torno al aborto. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Terminé <i>Los vencejos</i>, de Fernando Aramburu, y no tengo ni medio calificativo positivo. Tampoco diré que perdí el tiempo a pesar de sus casi 700 páginas, pero me pareció a ratos sórdido y a ratos extraño. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Gracias a Tinta Fina leí el éxito editorial <i>La señora March</i>, de Virginia Feito. Es sumamente entretenido, pero no comprendo tantas alabanzas. Bueno, sí, las reglas editoriales que precisan encumbrar cada año a alguien a los altares. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me gustó mucho, pero mucho, un libro que regalé dos veces siguiendo el consejo de Rafa de Nakama, y que yo todavía no había leído. Me refiero a <i>Suave caricia, las muchas vidas de Amory Clay</i>, de William Boyd. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>El país de las ranas</i> me pareció bello y doloroso a partes iguales. Es una obra de Pina Rota Fo, escrita en 1950, y pertenece a ese tipo de literatura que a mí me fascina. Triste, necesaria. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dejé a medias <i>La liebre con ojos de ámbar,</i> Edmund de Waal, que fue elegido por Anabel para Tinta Fina. Creí que no iba a poder asistir al club (luego me acerqué un ratito) y lo dejé a medias. Tengo pendiente retomarlo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Margaret Atwood es infalible desde mi punto de vista. Por eso, propuse <i>Por último, el corazón</i> en Tinta Fina. A mí me encantó.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tiempo después, terminé <i>Los autonautas de la cosmopista</i> de Carol Dunlop y Julio Cortázar. Simplemente maravilla y máxima originalidad. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>Arboleda</i> es un libro a todas luces muy para mí (duelo, soledad...) pero lo tengo aparcado. Lo recuperaré. Su autora es Esther Kinsky y está editado en España por Periférica. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Viajé a Lanzarote, visité la casa de José Saramago, me emocioné profundamente y traje conmigo <i>La viuda</i>, que fue su primera obra y ha sido editada ahora en nuestro país. Me gustó mucho conectar con ese primer Saramago, el que no intuía todo aquello de lo que sería capaz. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Seguí descubriendo a Theodor Kallifatides a través de las páginas de <i>Otra vida por vivir</i>, que volví a leer con motivo de un capítulo que grabamos para Vol.2 y que subrayé casi de principio a fin. Sí, porque en este año que acaba he iniciado un proyecto que me hace feliz, me divierte y me reta a seguir leyendo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se trata del podcast que comparto con Daniel Pinilla, a quien conozco desde que él nació y quien ejerce como bibliotecario en el precioso templo dedicado a los libros erigido en Morata de Jalón, y con la periodista amante de su profesión como pocas personas conozco, María Bosque. Más no me puedo reír con ellos a quienes llevo a raya con los horarios y fechas de grabación. No sé cómo me aguantan. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En 2022, además, gracias a Violeta y a Patricia, promotoras de <b>Cooltural Plans</b>, escuché y saludé a Kallifatides. Durante ese encuentro compré <i>Timandra</i>, título que admito se me está resistiendo. No acabo de entrar en él, pero no abandono. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Patricia e Isabel son otras dos mujeres estupendas que han emprendido <b>Greta, libros con garbo</b>. Esta suscripción literaria trajo a mis manos una lectura deliciosa y conmovedora, sencilla y profunda. Es <i>La isla del árbol perdido </i>de Elif Shafak. Ellas también me regalaron otro volumen de la autora: <span style="text-align: left;"><i>Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo</i>. Ambos son muy recomendables. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;">Me gustó volver a Siri Hustvedt a través de <i>Madres, padres y los demás</i>, elegido por Rosa para nuestro club. Y devoré casi sin levantar la vista de las páginas: <i>Violeta</i>, escrito por Isabel Allende.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hasta aquí medio balance de un nuevo año, afortunadamente, lector. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Antes de que concluya 2022, sigo con la lista. </div><div><br /></div><div><br /></div><p></p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-84920171006863142132022-12-10T21:24:00.006+01:002022-12-13T01:03:39.587+01:00Tres libros conmovedores<p style="text-align: justify;">Últimamente digo que leo menos, leo a ratos, creo que dispersa, sin la atención debida. Quizá me exijo demasiado y no debería hallar explicación a todo. </p><p style="text-align: justify;">Me he dado cuenta de que cuando se sufre, o se cree padecer, lo que mi sobrina Claudia me dijo que se conoce como el 'bloqueo lector', un truco puede ser optar por libros de unas 150 páginas. Quizá así no se hagan bola. También dicen que ante este tipo de bloqueo funciona volver a leer un libro que con anterioridad te gustó; elegir un título de un autor o autora con el que sueles acertar y, sobre todo, tener paciencia. </p><p style="text-align: justify;">Pues bien, creo que yo ya estoy desbloqueada. En 48 horas, he leído tres libros. ¡Y qué libros!</p><p style="text-align: justify;">Visité la preciosa biblioteca de Morata de Jalón, que más bonita no puede ser, y Dani, el bibliotecario, me recordó que el préstamo es de hasta cinco volúmenes. Fui honesta y pensé: 'No, porque me generaré obligaciones, ansiedad'. Así que cogí tres títulos breves y que hacía tiempo que quería leer. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMCqIAMOdHwYEGpgEo_3DnVSls66u7M46UdjHklcKnT24VpFO5_66jTNROXXc0BQeut-Ece4Ox3KWwOu8s_HRoPYFTzgTMTHZW-exIY-vWhr8IyZrKBzwEboSd7hIH2bJhiVOeO_pmmG69WM8-CUZWfIkQ-E5vGgn8Tm9SIVorVj2MS0v6JdTvTsasdg/s2309/71rfCON9npL.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2309" data-original-width="1500" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMCqIAMOdHwYEGpgEo_3DnVSls66u7M46UdjHklcKnT24VpFO5_66jTNROXXc0BQeut-Ece4Ox3KWwOu8s_HRoPYFTzgTMTHZW-exIY-vWhr8IyZrKBzwEboSd7hIH2bJhiVOeO_pmmG69WM8-CUZWfIkQ-E5vGgn8Tm9SIVorVj2MS0v6JdTvTsasdg/w260-h400/71rfCON9npL.jpg" width="260" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><i><a href="https://librosdelasteroide.com/libro/los-dias-perfectos" target="_blank">Los días perfectos</a></i></b> de Jacobo Bergareche. Había leído diversas impresiones sobre este librito y al verlo en la biblioteca decidí que se venía conmigo. Me gustó la prosa de Bergareche, el ritmo y la estructura de la novela con dos partes, que son dos cartas y, entre ellas, las cartas de otras personas, de Faulkner, nada más y nada menos. </p><p style="text-align: justify;">Me conmovió mucho por cómo retrata el final del amor, de la ilusión y de la emoción. Ese resignarse o decidir que ya no quedan más cartuchos. Me puso un poquito triste.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghIL1Rznh3bULDF0jtq9991Kqgn9ILvXynGoyclXcKC3isTx1bNHye6PY1mtTI-WDw7nmZaANNpk8TxqC6PWScznbUcBeqmQf7xH0ipqQVydJsQgZyO-9cBbOSeiRrajoCQ_8x8D3ZGAxA1Qh9tpyk0eOTdj8qclStrzjOGEVi_87zBQN0BYxWx30X9A/s302/la-mujer-helada-txalaparta-eus.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="302" data-original-width="200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghIL1Rznh3bULDF0jtq9991Kqgn9ILvXynGoyclXcKC3isTx1bNHye6PY1mtTI-WDw7nmZaANNpk8TxqC6PWScznbUcBeqmQf7xH0ipqQVydJsQgZyO-9cBbOSeiRrajoCQ_8x8D3ZGAxA1Qh9tpyk0eOTdj8qclStrzjOGEVi_87zBQN0BYxWx30X9A/w265-h400/la-mujer-helada-txalaparta-eus.jpg" width="265" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><b><i><a href="https://www.cabaretvoltaire.es/la-mujer-helada" target="_blank">La mujer helada</a></i></b>, de Annie Ernaux. De la Premio Nobel leí hace tiempo <i><b>El acontecimiento</b></i>, que me fascinó a la par que me resultó durísimo. Es un libro que de hecho, como todos los que he leído sobre el aborto, me resisto a recomendárselo a casi nadie. </p><p style="text-align: justify;">Este volumen, publicado en España por Cabaret Voltaire, demuestra la maestría de la autora francesa. La sobriedad de su tono y cómo consigue transmitir tanto sin derrochar palabras. Las justas. Las necesarias.</p><p style="text-align: justify;">Recorre su infancia, niñez, juventud y los años en los que accede a casarse, tiene dos hijos y en su mente suceden tantas cosas que difícilmente puede transmitir. Lo recomiendo porque no trata asuntos tan lejanos y que a la mayoría de las mujeres se nos pasan por la cabeza tarde o temprano. </p><p style="text-align: justify;">Ahora solo quiero leerme la ingente obra de Ernaux. Creo que el próximo será <i><b>Pura pasión</b></i>. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkAzCdqhNJAPcYsGIfDvkndrh2Bd2bm7h1SykR5ee8KMk6B_f7Ze3nEwuwGpsY4kg2bl7Aa3ijXMUuFQptBq8z1cfT56l2pn23jI_z8zWEMOZAOyXNKw0giXtnziQ4dcu40zpXBrwmsTH-rgx7CCNJVir2ZjxVd9GxvVeG_qoDRfn_iDCSL6d_cdGEFg/s1672/las-gratitudes-txalaparta-eus.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1672" data-original-width="1063" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkAzCdqhNJAPcYsGIfDvkndrh2Bd2bm7h1SykR5ee8KMk6B_f7Ze3nEwuwGpsY4kg2bl7Aa3ijXMUuFQptBq8z1cfT56l2pn23jI_z8zWEMOZAOyXNKw0giXtnziQ4dcu40zpXBrwmsTH-rgx7CCNJVir2ZjxVd9GxvVeG_qoDRfn_iDCSL6d_cdGEFg/w254-h400/las-gratitudes-txalaparta-eus.jpg" width="254" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Por último, leí de manera hipnótica y llorando como hacía tiempo, otro librito, otra joya: <i><a href="https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/las-gratitudes/9788433980830/PN_1041" target="_blank"><b>Las gratitudes</b></a></i>, firmado por Delphine de Vigan y publicado por Anagrama. </p><p style="text-align: justify;">Qué manera de reflexionar sobre la vejez, las pérdidas, el lenguaje, la autonomía, la integridad, la enfermedad, el ocaso, la vida y sus ciclos, también sobre palabras que a veces compartimos totalmente vaciadas de sentido, ese 'gracias' que decimos automáticamente y que sin embargo nos resistimos a expresar con verdadero significado.</p><p style="text-align: justify;"><i>Las gratitudes</i>, insisto, qué libro tan bonito y tan duro, qué necesario y qué verdadero. </p><p style="text-align: justify;">Qué poderosos son los libros que te arrastran hasta las lágrimas, que te sacuden emociones y pensamientos que no imaginaste o que no querías despertar, que querías mantener resguardados. </p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-29011148748540230722022-12-05T13:18:00.009+01:002022-12-08T08:55:08.356+01:00Pasado, presente y futuro<p style="text-align: left;"></p><div style="text-align: justify;">Creo que el futuro de los pueblos pasa por sus habitantes. Y que poco podemos confiar en los políticos y en el sistema. De hecho, me temo que ya no se habla tanto de la España interior vaciada o vacía, ni se publican libros sobre este tema, como sucedió no hace tanto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así que agarrémonos a esa premisa de Eduardo Galeano: 'Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo'. O al menos su mundo, esa esquinita en la que viven y quizá iluminar e inspirar a otras personas. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo tampoco soy nadie para dar lecciones porque no vivo en un pueblo y dudo mucho que, aunque sea mi deseo, éste se pueda cumplir a corto plazo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Afortunadamente sí hay personas que apuestan y reman a favor de la vida en pequeños núcleos con carreteras mal asfaltadas, hospitales alejados y un internet que se mueve a pedales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Irene e Iñaki pertenecen a esa nómina de valientes. También mi hermano Pablo que es farmaceútico rural en mi #pueblitobueno, en Arándiga (Zaragoza), donde Irene e Iñaki han trasladado su residencia y compaginan las tareas (que me imagino no son pocas) de su productora audiovisual <a href="https://www.dosisvideomarketing.com/" target="_blank">Dosis</a> con las de su nuevo, e ilusionante, y necesario proyecto: <b>La tiendica de Arándiga</b>. </div><p></p><p style="text-align: justify;">Donde antes estuvo la carnicería de Carmen y después la tienda de Isabel, ahora se encuentra su ultramarinos. Lo inaguraron el sábado y fue un momento muy emotivo. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNzE7EYSKcDaFv-k5ecxq2KQkZTF5ylD4S1CEBiKsy5wKi812dGY9ipDYMwhNjvGdUKfn8BJc4VfWsxRmJ7GP2NbwKgMq4D3SVaisceNfm3ZBR-kIkXBYjjEE-lHK0zrBaGBJhZoe2Y0JowWGAGAZ5UqIUzrVSo60SZXWXGIVk8derMtqetUM2re0BqQ/s5120/IMG_20221203_104136%20(002).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="5120" data-original-width="3840" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNzE7EYSKcDaFv-k5ecxq2KQkZTF5ylD4S1CEBiKsy5wKi812dGY9ipDYMwhNjvGdUKfn8BJc4VfWsxRmJ7GP2NbwKgMq4D3SVaisceNfm3ZBR-kIkXBYjjEE-lHK0zrBaGBJhZoe2Y0JowWGAGAZ5UqIUzrVSo60SZXWXGIVk8derMtqetUM2re0BqQ/w300-h400/IMG_20221203_104136%20(002).jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Irene e Iñaki dicen que han sido las personas de Arándiga las que les han convencido para venirse a vivir al pueblo, por el cariño que reciben. Sin duda, es recíproco. Como muestra, la placa de cerámica que en la fachada de la tiendica indica quiénes fueron los fundadores: Carmen y Ernesto.</p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5_bdWNeSpJIt43Ox9zKZQsga4iE3fiO92uhCmw2K7q8BbsRS1HJuT0zOCQAHDD-vHhPSuNRA8aLcuGMLeMgSN5NqGFznjOo5XsPstQv2trLrxNW9cyPWoG6mSK-p502yQt1cORaq7YpcalSmZpQLbbi0re2r2GzvDrUgi-TGDDEm38-8BMj-ab8w37w/s5120/IMG_20221203_165842%20(002).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="5120" data-original-width="3840" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5_bdWNeSpJIt43Ox9zKZQsga4iE3fiO92uhCmw2K7q8BbsRS1HJuT0zOCQAHDD-vHhPSuNRA8aLcuGMLeMgSN5NqGFznjOo5XsPstQv2trLrxNW9cyPWoG6mSK-p502yQt1cORaq7YpcalSmZpQLbbi0re2r2GzvDrUgi-TGDDEm38-8BMj-ab8w37w/w300-h400/IMG_20221203_165842%20(002).jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Porque hubo un tiempo, no tan lejano y que yo recuerdo, en el que había diversos comercios en el pueblo de mi infancia y adolescencia. Estaba el estanco, que todavía continúa abierto, y en el que se pueden comprar también alimentos y artículos para el hogar. Recuerdo un bote enorme de cristal que contenía sobres en forma de rombo con champú. Tenían colores muy brillantes y mi máxima fantasía era el champú de huevo. Creo que yo imaginaba que habían metido un huevo batido allí. </p><p style="text-align: justify;">La tienda de Carlos sigue en el mismo lugar en el que estaba y, más abajo, se encontraba otra tienda, la de 'el Calvo'. Yo recuerdo que había unos escalones para acceder. </p><p style="text-align: justify;">Un poquito más abajo, justo en el arco, estaba otra tienda. De ésta recuerdo el mostrador a la derecha, y que era alargada y creo que oscura. Quizá yo recuerde ambas tiendas de esta forma y me falle la memoria, o la mirada de niña me las devuelva más grandes de lo que eran.</p><p style="text-align: justify;">Existían varias carnicerías: la mencionada de Carmen, la de María, la de Rosa y la de Pilar. ¡Casi nada! </p><p style="text-align: justify;">Teníamos otras dos tiendas: el Spar o Maritere, y el Vegé o Carmen. Bueno, no sé por qué estoy nombrando sin artículo cuando en Aragón somos la Maritere y la Carmen. </p><p style="text-align: justify;">En el Vegé yo pasaba muchas tardes, ayudando a poner precios, me encantaba, y a reponer. Los viernes, casi siempre, subía a comprarme el capricho de la semana: una lata de boquerones en aceite, que me zampaba en bocadillo. ¡Qué tiempos en los que la felicidad residía en detalles ahora pequeños, pequeños!</p><p style="text-align: justify;">Existía hasta una tienda de electrodomésticos, el Tomasín. </p><p style="text-align: justify;">Cuando yo jugaba en la cochera de mi vecino, Ricardo, me encantaba cotillear en la estantería de la tienda que tiempo atrás tuvieron sus abuelos, Joaquín y Carmen. </p><p style="text-align: justify;">También había oficina de teléfonos, la Avelina. Y hasta allí subía con mi padre, en su moto, cada tarde a hacer el pedido de medicamentos. Por supuesto, entonces, no llevabamos casco. </p><p style="text-align: justify;">Bueno, que me pongo melancólica o nostálgica, nunca sé la diferencia, recordando a tanta gente que aportaba tanta vida a mi pueblo. </p><p style="text-align: justify;">Alimenta mi melancolía, además, el documental que ayer vi en el cine de La Almunia sobre José Antonio Labordeta, titulado: <i>Labordeta, un hombre sin más</i>. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCclQf3_SPsy4zfgmapLv_Esd7UU4EZaZe2Gf3-6ytRt_VwKyPKO8G2R5petIUP9WgEtjCPwew26PIzJMH-TUF-8TIKCp-EdwlBqKujneKY5yE97_YXs1DC_J1nZeOL-Pkj0u8nwTZEzYbIRzT7we2tEMb29McuA3VxTD8Qw70WYrybaLn81zeDeiy2A/s696/Labordeta-un-hombre-sin-mas-696x539.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="539" data-original-width="696" height="310" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCclQf3_SPsy4zfgmapLv_Esd7UU4EZaZe2Gf3-6ytRt_VwKyPKO8G2R5petIUP9WgEtjCPwew26PIzJMH-TUF-8TIKCp-EdwlBqKujneKY5yE97_YXs1DC_J1nZeOL-Pkj0u8nwTZEzYbIRzT7we2tEMb29McuA3VxTD8Qw70WYrybaLn81zeDeiy2A/w400-h310/Labordeta-un-hombre-sin-mas-696x539.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Me pongo melancólica porque su viuda y sus hijas recuerdan todo lo que hizo y desvelan que era un hombre con profundas crisis. El documental transmite la gran actividad que él desarrolló a favor de la literatura, la poesía, la educación, y por situar Aragón en un lugar que no tuviera que ver con el olvido. Como los pueblos, que tan a menudo viven en él.</p><p style="text-align: justify;">Me quito esta sensación sobre aquel tiempo perdido que nunca volverá pensando que ahora tenemos que apoyar a Iñaki y a Irene, y comprar allí todo lo posible. Y que cuando vayamos a una gran superficie y el papel higiénico o la leche sean 10 céntimos más baratos, pensemos en la tristeza que es un pueblo sin tiendas. </p><p style="text-align: justify;">Ellos han creado una tienda bonita, agradable y en la que reúnen productos en la medida de lo posible con una historia, que son de cerca, en los que también importa el empeño de muchas personas. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXAmwh8guxanOYbFJboZkLOjiRn9F5pA2bV0j_jrJNjZGMy6NcJg10GRcDx5dg_7lT_8Zdi-_It5Fel9OQrfAOCyYEy1-Js3gXKMzVrc-YiUgUab1qgVVueoF_0w0b7fKT9WnlPdqZ4sXjU8OcjcH-O_Xe2pAvAKAqZPqMFfltAV5btZm8elSvXB6eKQ/s5120/IMG_20221203_104316%20(002).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="5120" data-original-width="3840" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXAmwh8guxanOYbFJboZkLOjiRn9F5pA2bV0j_jrJNjZGMy6NcJg10GRcDx5dg_7lT_8Zdi-_It5Fel9OQrfAOCyYEy1-Js3gXKMzVrc-YiUgUab1qgVVueoF_0w0b7fKT9WnlPdqZ4sXjU8OcjcH-O_Xe2pAvAKAqZPqMFfltAV5btZm8elSvXB6eKQ/w300-h400/IMG_20221203_104316%20(002).jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">Lo dicho: 'Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo'. </p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-75570884331190360032022-11-15T14:56:00.001+01:002022-11-15T21:24:47.571+01:00Saramago, infinito<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSxdTZIbxgIKf8Bc4uHttVJ-gVkW4FW3b5XVMaOehKY53m5EdMOEuFD0VodP6ET-rCS4vaywLDDMe6l0-3z9ReRSn9w6y9UyieQQOAAgFKUD_s3Cswf_Ec7gGDcNF2sj22dvP6DLZKyDZY3NyjT3pDB6FXEzLe9fvuw8fuSAmLT61NxRjYEalc-lav_A/s2048/Cubierta-La-Intuicio%CC%81n2-copia-2-1410x2048.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1410" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSxdTZIbxgIKf8Bc4uHttVJ-gVkW4FW3b5XVMaOehKY53m5EdMOEuFD0VodP6ET-rCS4vaywLDDMe6l0-3z9ReRSn9w6y9UyieQQOAAgFKUD_s3Cswf_Ec7gGDcNF2sj22dvP6DLZKyDZY3NyjT3pDB6FXEzLe9fvuw8fuSAmLT61NxRjYEalc-lav_A/w275-h400/Cubierta-La-Intuicio%CC%81n2-copia-2-1410x2048.jpg" width="275" /></a></div><p><br /></p><p>El 16 de noviembre de 1922, en Azinhaga (Portugal), vio la luz José
Saramago. Cuando <a href="https://www.josesaramago.org/es/centenario/"><span color="windowtext" style="text-decoration-line: none;">se cumplen
cien años de dicha fecha</span></a>, reviso algunos motivos para continuar
leyéndolo. Y es que el escritor luso sigue iluminando algunos rincones de
oscuridad con su pensamiento y escritura.</p><p><o:p></o:p></p>
<p>En 1998, José Saramago recibió el Premio Nobel de Literatura. La dimensión
mediática de este galardón es tal que, en mi opinión, da la impresión de
que bajo un foco tan grande hasta el galardonado se hace chiquitito. Al margen
de esta impresión personal, que podría resultar contradictoria, lo cierto es
que él fue inmenso. Es un autor al que siempre apetece volver porque condensa
tanto y tan certero pensamiento que es imprescindible.<o:p></o:p></p>
<p>Hay que leer a Saramago por vez primera o aunque hayamos perdido la cuenta de las veces.
Porque, como apuntó la Academia Sueca: "Destaca su capacidad para volver
comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación,
la compasión y la ironía". <o:p></o:p></p>
<p>Hay que leer su obra sin miedo, que su capacidad crítica y visionaria no
genere prejuicios. Porque se lee con deleite y se alcanza a comprender cada una
de sus metáforas. Un buen comienzo puede ser precisamente su primera novela,
publicada en Portugal en 1947 con el título <em>Terra do Pecado</em>, y que en
nuestro país permanecía inédita hasta 2021. <o:p></o:p></p>
<p>Se recupera el texto escrito con 24 años y su título original: <em>La viuda</em>.
Precisamente al hilo de esta novela, Pilar del Río ha asegurado que el que
aparezca con el título que Saramago quería es un acto de justicia y de memoria
histórica. <o:p></o:p></p>
<p>Es una lectura agradable y amena que ahonda en las dificultades de la joven
viuda María Leonor, no solo para gestionar su hacienda y a los trabajadores,
sino también el futuro de sus hijos pequeños, y convivir sin perder la cordura
con sus cavilaciones emocionales y sentimentales. <o:p></o:p></p>
<p>Esta primera obra concentra muchos de los temas que Saramago exploraría a lo
largo de su carrera: la muerte, el paso del tiempo, el peso en la vida diaria
de la iglesia, las apariencias y el qué dirán, la vida y supervivencia en el
medio rural y como éste cala en la personalidad de los protagonistas, les
imprime un carácter diferencial. <o:p></o:p></p>
<p>Por supuesto hay que leer <em>Ensayo sobre la ceguera</em>, publicado en
1995 y que a muchos lectores nos causó una conmoción única. También lo haría,
por supuesto, <em>La caverna</em> (2000), una de sus obras cumbre. <o:p></o:p></p>
<p>Mi lista personal de recomendaciones continúa: <em>Todos los nombres</em>,
1997; <em>El hombre duplicado</em>, 2002; <em>Ensayo sobre la lucidez</em>,
2004; así como <em>Las intermitencias de la muerte</em>, 2005. No están todos
sus títulos dado que escribió casi sin descanso, meditó, reflexionó y lo dejó sobre el papel a lo largo de toda una vida. No solo novelas, también poesía,
teatro, crónicas y cuadernos autobiográficos. <o:p></o:p></p>
<p>Hay que leer a Saramago y si es posible visitar su <a href="https://acasajosesaramago.com/"><b>Casa museo</b></a> de la localidad de
Tías, en Lanzarote. Junto a Pilar del Río, con quien se casó en 1988, allí
trasladó su residencia en 1993 y allí fue donde falleció el 18 de octubre de
2010. <o:p></o:p></p>
<p>La entrada cuesta 8 euros y los menores de 16 años no pagan. Tras la puerta
aguarda la vida de Saramago como si él la hubiese abandonado justo un instante
antes. Se comprende y respira cómo el matrimonio hizo de su morada un templo de
la hospitalidad, se percibe la energía de quienes allí estuvieron, charlaron
junto a un café portugués y fueron posiblemente felices. <o:p></o:p></p>
<p>Impresiona ver su despacho con los libros que en ese momento leía; la cocina
con una nevera como cualquier otra, llena de imanes y recuerdos, como las
fotografías con sus perros. </p><p>Impresiona, emociona y conmueve recorrer su jardín
y poder detenerse junto a los árboles en los que él se cobijaba y miraba el
horizonte. Impresiona, y de qué manera, la magnífica biblioteca en el edificio
aledaño. <o:p></o:p></p>
<p>Concluyo esta defensa de la lectura de Saramago, en el orden que apetezca y
en el momento que apetezca, así como la de su pequeña autobiografía que se
halla en la <a href="https://acasajosesaramago.com/jose-saramago/autobiografia/">web
de su Casa museo</a>. <o:p></o:p></p>
<p>Como también hay que leer <a href="https://itinerariaeditorial.com/la-intuicion-de-la-isla/"><b>La intuición
de la isla. Los días de José Saramago en Lanzarote</b></a>, escrito por Pilar
del Río y que regala un puzle de momentos, emociones y mucho más de la vida que
ellos compartieron. </p><p>Entre las páginas, se recuerdan paseos por Lanzarote, ideas
que brotaban al hilo de la escritura, los encuentros en la isla con amigos, en
definitiva, la vida. <o:p></o:p></p>
<p>Hay que leer a Saramago para comprender la vida y constatar que fue, es y será infinito. <o:p></o:p></p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-24017030002991252472022-11-11T08:30:00.001+01:002022-11-11T08:30:00.187+01:00Librerías, guardianas de felicidad<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaueOILzxRT75Ob2lou734PzM82rOICGCAEQYP5KHzH1az6OoN-EI4SQJGWZVAgxmzY5iukhoKGZVKHG5hRlquw2VxgXgbB0gTza-CDHBQEZpWOirH1lV5qgg9Kg6WEtEWsqaXpHZjtGI_cjslUBZCoSIiFrV4MYy8hqRrJLl3DcOgVCUflDc6AOHTTw/s5090/norbert-toth-I1oL89qxefc-unsplash.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="5090" data-original-width="3933" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiaueOILzxRT75Ob2lou734PzM82rOICGCAEQYP5KHzH1az6OoN-EI4SQJGWZVAgxmzY5iukhoKGZVKHG5hRlquw2VxgXgbB0gTza-CDHBQEZpWOirH1lV5qgg9Kg6WEtEWsqaXpHZjtGI_cjslUBZCoSIiFrV4MYy8hqRrJLl3DcOgVCUflDc6AOHTTw/w309-h400/norbert-toth-I1oL89qxefc-unsplash.jpg" width="309" /></a></div><br /><p>Quien haya viajado conmigo sabe que me gusta practicar un tipo de turismo particular: el de librerías (y el de supermercados). Las primeras me procuran calma, me fascinan y aunque algunas sean inmensas nunca me provocan ansiedad por grandes que sean mis ganas de llevarme todo su contenido, o casi. </p><p>Hoy es el día de las librerías y es la excusa perfecta para volver a las que más me gustan. Son muchas más, sin duda, y de muchos lugares, pero aquí algunas de la ciudad en la que resido, Madrid. </p>
<p><a href="https://www.nakamalib.es/"><b>Nakama</b></a> <o:p></o:p></p>
<p>Liderada por Miren y Rafa en la calle Pelayo, en Chueca. Merecen la primera mención por majos y porque una maldita inundación les tiene cerrados a cal y canto. ¡Pero volverán! </p><p>Entonces regresaremos a este espacio ni
muy grande ni muy pequeño que goza por tanto con las dimensiones justas para no
tener ansiedad ante lo inabarcable. Las conversaciones vitales y superficiales,
que también las hay, que inspira su maravillosa librería les brinda un ojo
clínico y sexto sentido para saber qué puede cautivar. Y no fallan. <o:p></o:p></p>
<p>Por supuesto, están al día en cuanto a novedades, pero sin urgencia.
Cualquier libro que se busque, lo persiguen sin descanso. Nos gusta su sección
infantil, el programa de encuentros con autores, presentaciones así como su
club de lectura. <o:p></o:p></p>
<p><a href="https://www.libreriaamapolasenoctubre.com/"><b>Amapolas en octubre</b></a><o:p></o:p></p>
<p>Situada en la misma calle Pelayo, es el proyecto personalísimo de Laura
Riñón. Ella lo define como algo más que una librería, como un hogar y un
refugio. Ella, como tantos y tantas colegas de profesión, sacó pecho ante la
adversidad dictada por la pandemia y consiguió situar su proyecto en ese otro
universo llamado Instagram. Laura es muy activa en redes y allí ha conquistado
a lectores y lectoras que casi siempre traspasan la pantalla y se acercan
físicamente la librería. <o:p></o:p></p>
<p>La selección de fondos es espléndida, la atmósfera y decoración del espacio
están altamente cuidados, y toda la actividad que generan en torno a libros y
autores es digna de reconocimiento. Porque los libros también van de eso, de
leerlos, claro, y de compartir el amor infinito hacia ellos, también. <o:p></o:p></p>
<p><a href="https://lafabulosalibreria.es/"><b>La Fabulosa</b></a><o:p></o:p></p>
<p>Detrás de esta nueva librería, en la calle Barco, se encuentra otra mujer,
Alina. La primera vez que la visité, enmudecí de manera sincera. En las
estanterías había libros destacados, con la portada visible frente a las de los
demás, y la mayoría pertenecía a mi nómina de imprescindibles. Se lo comenté a ella, a Alina, le dije: 'Podría ser mi selección personal, sin duda'. </p><p>Dicho esto,
me pareció que efectivamente este nuevo proyecto hace honor a su nombre. <o:p></o:p></p>
<p>Además de librería con una propuesta de títulos sugerente, atractiva,
sensata e inspiradora, es una escuela creativa. Y la mezcla no me puede gustar
más. Larga vida a esta nueva librería. <o:p></o:p></p>
<p><a href="https://www.librerialamistral.es/es/"><b>La Mistral</b></a><o:p></o:p></p>
<p>En la Travesía del Arenal número 2, en el corazón de Madrid, abrió sus
puertas este bellísimo templo en torno a los libros. Podría decirse que vivió
una llegada mediática y se decía y repetía que era la librería del momento. Entiendo que tenían una buena agencia de comunicación, aunque esto no les quita mérito. </p><p>Por mi parte, como es costumbre, no fui corriendo, esperé un tiempo y en una
mañana de calma, de un día que me tomé libre y por tanto, sin el trajín de los fines de semana, confirmé que merece la visita. Y la revisita. <o:p></o:p></p>
<p><a href="https://www.machadolibros.com/index.php"><b>Librería Antonio
Machado</b></a><o:p></o:p></p>
<p>Cambió su ubicación, pero continúa en la zona de Las Salesas. Y que una
librería con tanta solera perdure es una gran noticia. Porque este
establecimiento y el del Círculo de Bellas Artes están muy vinculados a la
escena cultural y literaria de la ciudad. </p><p>Me sigue gustando visitarla y pedir
consejo porque aquí sí que el volumen de fondos puede abrumar. <o:p></o:p></p>
<p><a href="https://sintarimalibros.com/"><b>Sin Tarima Libros</b></a><o:p></o:p></p>
<p>Cuenta con dos espacios, uno en la calle Magdalena, y otra en el Rastro. A mí me gusta especialmente el primero simplemente porque es el que he frecuentado. Aquí y allá se apilan volúmenes de narrativa, ensayo, poesía... y
es ese tipo de librería con cierto desorden que invita a bucear en busca de
algún tesoro. <o:p></o:p></p>
<p>Junto a los libros nuevos destaca el catálogo de usado, descatalogado y
viejo. Merece la pena consultar su web por las reseñas y recomendaciones, así
como por estar al tanto de sus actividades y talleres en torno a poesía,
escritura creativa y mucho más. <o:p></o:p></p>
<p><a href="https://www.instagram.com/libreriadeldore/"><b>Librería del Doré</b></a><o:p></o:p></p>
<p>Hacía algún tiempo que no transitába por la zona de la Filmoteca y hallar
su pequeña y renovada librería, abierta al público en mayo, fue una
agradabilísima sorpresa. De la gestión se ocupan los responsables de otra
librería, <a href="http://www.elbuscon.es/"><b>El Buscón</b></a>, un clásico de
Prosperidad con más de 45 años de buen trabajo. <o:p></o:p></p>
<p>Naturalmente está especializada en volúmenes en torno al cine y dado que es
un local pequeño podríamos decir que no se anda con 'chiquitas' y tienen lo que
deben tener. <o:p></o:p></p>
<p>Atención, amantes de esos detalles que denotan amor a los libros, por
ejemplo, bolsas de tela, porque aquí la propuesta es irresistible. ¡Qué bueno
tener una nueva librería de barrio y en lugar tan especial!<o:p></o:p></p>
<p><a href="https://www.lospequenosseres.com/es/"><b>Los pequeños seres</b></a><o:p></o:p></p>
<p>En la zona de El Rastro, en el número 19 de la Ribera de Curtidores, lo que se
vislumbra tras las cristaleras enseguida llama la atención de quienes caminan
con los ojos bien abiertos. Es un bonito proyecto en torno a los libros nuevos
y también los de segunda mano. <o:p></o:p></p>
<p>Junto a ellos conviven objetos con mucho encanto y sus jóvenes responsables
le ponen mucho mimo a cada una de las actividades que engrosan su agenda
cultural. Por ello, por el buen ánimo, la actitud constructiva y la pasión,
esta librería también está entre nuestras favoritas. <o:p></o:p></p>
<p><a href="https://www.olavidelibros.com/"><b>Olavide. Bar de libros</b></a><o:p></o:p></p>
<p>En la calle Olid, número 14, abre sus puertas de par en par este nuevo
espacio consagrado a la lectura, a las letras y a los libros. </p><p>Porque como dijo
Roberto Bolaño: "Nunca hay demasiados libros". Y qué gusto da pasar
por delante de su bonita fachada en color rojo y ver que aquí y allá, se toma
un café y se lee. Bienvenida también esta genial idea a Chamberí. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Gracias a todas las libreras y libreros por su dedicación y por convertir las pequeñas o grandes librerías de barrio en proyectos singulares y personales. Para mí, son guardianas de felicidad. Mi más sincero agradeciento por todo lo que me procuran. </p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-9145465124728709582022-10-25T20:00:00.001+02:002022-10-25T20:00:00.181+02:00Agua y jabón, más allá de la elegancia<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3hP2wjJXqX6ozGcplWP5fEVzDr89gKc-t9pEb4AvoolfNyjGUhcQfuMSGzq8K7inKLNz_pYXV6aJq6RCIPCQOi_YM6JNKUL0E-aQRBJA0UYJh44UOvWv49SjhgLYas_wn0hyGWsNvXOvvFinWxwNVolkK9wB0ysNlzVS-c8XicSE_hc5ZKEsR822Tmg/s4396/sapan-patel-i9Q9bc-WgfE-unsplash.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4396" data-original-width="2931" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3hP2wjJXqX6ozGcplWP5fEVzDr89gKc-t9pEb4AvoolfNyjGUhcQfuMSGzq8K7inKLNz_pYXV6aJq6RCIPCQOi_YM6JNKUL0E-aQRBJA0UYJh44UOvWv49SjhgLYas_wn0hyGWsNvXOvvFinWxwNVolkK9wB0ysNlzVS-c8XicSE_hc5ZKEsR822Tmg/w266-h400/sapan-patel-i9Q9bc-WgfE-unsplash.jpg" width="266" /></a></div><p><br /></p><p>Bonito título para un precioso libro, que se acompaña del subtítulo:
'Apuntes sobre elegancia involuntaria'. Hoy por hoy, se puede decir que esta
obrita que posiblemente nació de la humildad se ha convertido en una lectura
que ha corrido como la pólvora, recomendación tras recomendación. </p><p>Así, la
primera edición en 2021 a manos de Terranova, editorial independiente, se agotó
y las hábiles mentes que mueven los hilos de Anagrama, con mucha más soltura
económica, sin duda, se hicieron con los derechos y han apostado, además, por
el formato de bolsillo de su Colección Compactos. </p><p><a href="https://www.anagrama-ed.es/libro/compactos/agua-y-jabon/9788433961334/CM_796"><span style="color: windowtext; text-decoration-line: none;">Agua y jabón</span></a>
es un libro inclasificable, culto y hermoso. Muy hermoso. Y la belleza siempre
hay que perseguirla.</p><p><o:p></o:p></p>
<p>¿Por qué me ha gustado tanto?<o:p></o:p></p>
<p>Porque es caótico y desordenado. ¿O quizá sencillamente anárquico? Y eso hoy
por hoy no es esperable de casi nada.<o:p></o:p></p>
<p>Porque me atraen los libros que imponen su propio orden o ninguno. Así, esta
joyita de portada en color azul posiblemente cian, apetece leerlo siguiendo una
página tras otra página o abrir al azar. Sea por donde sea asalta una
genialidad. <o:p></o:p></p>
<p>Porque denota una cultura sincera y nos atrevemos a afirmar que no hay ni
una sola línea que no resulte valiosa. Si bien, en el club de lectura que comparto con mujeres maravillosas y que se llama Tinta Fina, este punto despertó polémica. <o:p></o:p></p>
<p>Las fotografías, cuadros y obritas que salpican este libro podrían pasar
desapercibidos, pero a quien lo desee le brinda una puerta abierta de par en
par a la reflexión. <o:p></o:p></p>
<p>Porque <i>Agua y jabón</i> no se acaba en su propia lectura, por eso también me gusta. Porque tras su lectura, la mente explora recuerdos, se pierde en
divagaciones y conexiones de uno mismo. <o:p></o:p></p>
<p>Posiblemente esté guiado por la emoción y una mirada pura. Marta D. Riezu
hace con sus pensamientos lo que quiere. Quizá porque ella, a todas luces mente
madura y descreída, no esperaba nada y precisamente la ingenuidad, la frescura
o el descaro obraron un milagro editorial. Otro tema que resultó polémico entre mis compañeras lectoras... <o:p></o:p></p>
<p>Es un libro brillante. Y nada superficial. ¿Cómo sino se aborda la muerte y
el duelo de la madre de una manera que hasta provoca una sonrisa? <o:p></o:p></p>
<p>Porque entre las páginas se adivina ternura. También
ternura.</p><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjenpX20mIMqpe7RZZbJa0Xwhsj1yD2pV3Cq3XEpi36pGA5J1YoGvCX75qB9XOrs5jEkr0nh6GSgYQAZHzZ94z8qLtx5pzaLuyIb0fKzaU-zEfaz6IGqL93qfRl-_x-KR4W5Ibl45BttZDz_GsHb_mXjl02Afk4CiXtovY-LtRJNb19_-fxyrNUeuJy5g/s6272/dave-hoefler-lsoogGC_5dg-unsplash.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="6272" data-original-width="4480" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjenpX20mIMqpe7RZZbJa0Xwhsj1yD2pV3Cq3XEpi36pGA5J1YoGvCX75qB9XOrs5jEkr0nh6GSgYQAZHzZ94z8qLtx5pzaLuyIb0fKzaU-zEfaz6IGqL93qfRl-_x-KR4W5Ibl45BttZDz_GsHb_mXjl02Afk4CiXtovY-LtRJNb19_-fxyrNUeuJy5g/w286-h400/dave-hoefler-lsoogGC_5dg-unsplash.jpg" width="286" /></a></div>
<p><em>Agua y jabón</em> es un tratado de cosas, pero también de emociones. De
crecimiento, de madurez y de decir adiós a etapas que ya quedan lejos. Aunque
ella dice que no le gusta la nostalgia porque es tramposa y selectiva. A mí me gusta bastante, o desde luego, no me incomoda. <o:p></o:p></p>
<p>Es una oda a lo importante. A los viajes iniciáticos y a los que lo son
menos, pero que abren la mente o al menos la airean. <o:p></o:p></p>
<p>Me ha gustado porque las últimas páginas catalogadas como <em>Suplemento de
afinidades</em> son sencillamente geniales. <o:p></o:p></p>
<p>Porque hacía mucho tiempo que no tenía que sacar punta al lápiz varias veces
para poder continuar subrayando. <o:p></o:p></p>
<p>Porque habla de arquitectura, de música, de cultura en casi cada una de sus
expresiones, pero también de civismo, de educación, de futuro. Y lo hace como
si nada, con las palabras magistralmente elegidas, con brevedad, directa al
centro de la diana. <o:p></o:p></p>
<p>Porque delata una curiosidad insaciable y eso dice mucho de ella. Y me gustan las personas con apetito incluso voraz. <o:p></o:p></p>
<p>Porque es de sabios reconocer que hay que equivocarse. Ella aconseja dedicar
al menos un año en la vida a equivocarse. <o:p></o:p></p>
<p>Defiende la actividad de editar, las aceras, los jardines, el Rastro. Apela
a la defensa sobre todo del amor, del amor hacia el hogar familiar, las
bibliotecas públicas, los cómics y las revistas, los mapas... <o:p></o:p></p>
<p>Porque ella sabe y nos lo recuerda que en la vida tarde o temprano asoma un
frío terrible y cala hasta los huesos. Y que el dolor no se puede gestionar,
pero la tristeza sí (maravilla maravillosa).<o:p></o:p></p>
<p>Me ha gustado porque entre tanta palabra se intuyen silencios. Y el silencio
lo necesitamos tanto como respirar. <o:p></o:p></p>
<p><em>Agua y jabón</em> es profundamente hermoso, insisto. Y concluyo con una
frase de su autora: "Estar rodeada de belleza y trascendencia amplía el
alma, cauteriza las heridas y educa la mirada". </p><p>Nada más que añadir. <o:p></o:p></p><p>Por cierto, he elegido estas fotos de Unsplash porque, en mi opinión, es en la naturaleza donde mayor elegancia podemos hallar. </p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-74402920110842828912022-10-11T15:17:00.004+02:002022-10-11T15:24:32.909+02:003 lecturas que son un bálsamo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK9MfC22_Sxhaj2HzvRk9TS2x9bR5Acq0DLUgfmqdzMSAi1_iwCFQr1RI1MwqRAvY-M5Kvx_y4kvsUcSQhPoFHVkLEViGpfV1KzoDzsHXjVwcyqhdsHNhEAe_6B2mwyB6LnFCHkTzp3muMBJGDp15MOQWLrgvPwPMtP3k5k-huQGrwzNPahRQQWVqzaw/s6351/annie-spratt-Fiv9qUtRFUk-unsplash.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="6351" data-original-width="5025" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgK9MfC22_Sxhaj2HzvRk9TS2x9bR5Acq0DLUgfmqdzMSAi1_iwCFQr1RI1MwqRAvY-M5Kvx_y4kvsUcSQhPoFHVkLEViGpfV1KzoDzsHXjVwcyqhdsHNhEAe_6B2mwyB6LnFCHkTzp3muMBJGDp15MOQWLrgvPwPMtP3k5k-huQGrwzNPahRQQWVqzaw/w316-h400/annie-spratt-Fiv9qUtRFUk-unsplash.jpg" width="316" /></a></div><span style="font-size: x-small;"><i><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span></i></span><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p><p class="MsoNormal"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-family: inherit;">Queramos o no, la mayoría estamos asustados. El nivel de congoja es gradual
en función de la situación real de cada uno, seguramente. Y cada vez cuesta más
concentrarse en el momento, en aquello que supone una pequeña gran victoria
ante el desconcierto. Leer exige un poquito de interés por nuestra parte, pero
funciona.</span><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><em><b><br />El infinito en un junco</b></em><b><br /></b>Su autora es la sabia Irene Vallejo, quien vio publicada en 2019 por <a href="https://www.siruela.com/catalogo.php?id_libro=4172&completa=S&titulo=el-infinito-en-un-junco&autor=irene-vallejo">Ediciones
Siruela</a> su excepcional obra sobre el origen y evolución del libro desde la
antigüedad. Ni ella imaginó ni tampoco sus editores el fenómeno en el que se
convertiría.</p><p><o:p></o:p></p>
<p>Dejemos al margen número de ediciones, idiomas y países, éste es un
verdadero éxito avalado por la calidad del texto, es decir, tanto de su
delicada escritura, a la vez que hipnótica, como en fondo e intención. La de
Irene Vallejo es una joya sin precedentes y que dudamos mucho podrá ser
igualada. <o:p></o:p></p>
<p>Es preciso leer su bello recorrido porque forma, informa, deleita, instruye,
y pone el acento en tragedias que pueden repetirse y que permitirlo sería un
atentando contra la cultura y la humanidad. Otra razón para abrir y dejarse
atrapar por <em>El infinito en un junco</em> es que incluso reconcilia con el
ser humano. A ratitos, lo hace, y funciona como un bálsamo.<o:p></o:p></p>
<p><strong><i>El asedio de Troya</i></strong><br />
Escrito por Theodor Kallifatides y publicado por <a href="http://www.galaxiagutenberg.com/autores/kallifatides-theodor/">Galaxia
Gutenberg</a>. Regresar a los clásicos debería ser un precepto o mantra grabado
con cariño en nuestra alma. Pero a veces, es verdad, su lectura puede resultar
ardua y es más cómodo cejar en la aproximación. El autor griego que emigró a
Suecia hace más de 50 años comparte con el lector un texto que se digiere con
notable satisfacción. <o:p></o:p></p>
<p>Es un libro que rememora y trae al presente su vida en Grecia, en este caso,
las clases que siendo niño recibió de una enigmática maestra. Ella, mientras
aguardaban que cesara la tormenta de bombas durante la guerra e invasión nazi,
buscaba cobijo junto a los niños y niñas en una cueva, y allí les narraba <em>La
Ilíada</em>. ¡Cómo no enamorarse de la maestra! Kallifatides no pudo
resistirse. <o:p></o:p></p>
<p>Esta lectura seguramente provoque otra más, y otra... porque una vez que se
descubre a este escritor de mirada profunda y sincera, tanto como lo son sus
textos, cuesta no querer seguir conociéndole a través de los libros que en
España se han publicado. <o:p></o:p></p>
<p><em><b>Cervantes para cabras, Marx para ovejas</b></em><br />
Maravillosa creación de Pablo Santiago Chiquero, editada por <a href="https://www.macleinyparker.com/tienda/libros/taiga/cervantes-para-cabras-marx-para-ovejas/">Maclein
y Parker</a> en 2018 que nos hace confiar en que no todo está escrito y que se
puede esperar luz entre tanta tiniebla editorial. <o:p></o:p></p>
<p>Concebido como una fábula liviana aborda asuntos de suma profundidad como
los problemas mentales, en qué resguardarse y buscar asilo para sobrevivir. Y
aquí aparece el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. No es una comedia
rural, no es una preciosa lección sobre el poder redentor del amor, de la
amistad y de los hombres cuando miran el futuro en colectivo, es mucho más y
merece nuestra lectura.<o:p></o:p></p>
<p>Lo dicho, estos tres libros alivian, calman, reconfortan y amortiguan la
congoja. Quizá parezca un número breve, 3, pero no quiero contribuir a esta
ansia por consumir, comprar libros y no leerlos con el mimo y atención que
merecen. <o:p></o:p></p>
<p>Por cierto, ha sido pura casualidad que los tres versen sobre los libros, y
su poder. Será por algo... <o:p></o:p></p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-76898510359965302752022-09-24T18:04:00.001+02:002022-09-24T18:07:36.276+02:00Hace 20 años<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDvgSxC_0wrP-Ni5fJf2jTceGBQHKm3nu2TQa8P7Yc8yrDfq7-b_bgW6emCwW7jMAfIoJkCZ8c-L54Vi6VOG9iM24VR3oVQJHfgEHGJfP3SEY8fjR24I0EGnJARKJ5p2uhnI5UJ_J7zskje7zyW-Fha4j7X1vsx0ZLMXqX_kKMeP1jcPkECTu-ATTqqQ/s1200/Las_de_la_ltima_fila_Serie_de_TV-788978121-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="810" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDvgSxC_0wrP-Ni5fJf2jTceGBQHKm3nu2TQa8P7Yc8yrDfq7-b_bgW6emCwW7jMAfIoJkCZ8c-L54Vi6VOG9iM24VR3oVQJHfgEHGJfP3SEY8fjR24I0EGnJARKJ5p2uhnI5UJ_J7zskje7zyW-Fha4j7X1vsx0ZLMXqX_kKMeP1jcPkECTu-ATTqqQ/w270-h400/Las_de_la_ltima_fila_Serie_de_TV-788978121-large.jpg" width="270" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p style="text-align: justify;">Llevo un atracón de nostalgia. Y me gusta tanto que no me está sentando mal. </p><p style="text-align: justify;">Lo cierto es que casi siempre al echar la vista atrás puede lo bueno, es decir, recuerdas lo bueno, aunque no todo el tiempo resultara así. La vida no es todo el rato buena. Llegados a este punto eso lo tenemos claro. </p><p style="text-align: justify;">El festín de nostalgia empezó este verano cuando regresé a los dos pueblitos buenos con más tiempo de lo habitual. Cuando regresé a las fiestas del segundo pueblito bueno y me reencontré con tanta gente a la que no veía desde hacia casi mil años. </p><p style="text-align: justify;">Luego continúo a través de conversaciones sobre lo perdido, lo que nunca volverá... porque es imposible y porque tampoco es necesario.</p><p style="text-align: justify;">La nostalgia regresó ayer con fuerza. Era inevitable. Nos reunimos en Madrid quienes hace 20 años terminamos periodismo. Y fue la risa total. Bueno, las risas habían empezado mucho antes de subir a la terraza del hotel en el que teníamos la cita a ciegas múltiple (porque no nos recordábamos... o eso fingimos). Las risas que yo me he echado en el grupo creado para concretar la cita han sido maravillosas así que ayer tenía que asistir sí o sí. </p><p style="text-align: justify;">Fue bonito encontrarse y charlar con algunos y algunas casi por vez primera. </p><p style="text-align: justify;">Cuando había pensado en este tipo de encuentros, a mí que me gusta hacerme la dura, no me parecía una buena idea. Quizá porque supone remover lo que fue, lo que no fue, lo que pudo ser.</p><p style="text-align: justify;">Lo cierto es que yo disfruté mucho de los dos años de carrera, pero poco después de acabarla, decidí 'plis-plas' empezar de cero. Luego fui recuperando amistades. Pero ésa es otra historia.</p><p style="text-align: justify;">Siempre pensé que a este tipo de encuentros tienes que ir con la autoestima alta, segura y sintiéndote triunfadora. Yo no sé si ayer reunía todo eso, pero me gustó muchísimo estar ese rato largo con ellos y con ellas. </p><p style="text-align: justify;">El atracón ahora es grande, pero no inmenso, gracias a <i>Las de la última fila</i>. </p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWefzRjpO6lG8ZH6hU1_4yDB8pXZx8iDA6aDR2mwEtdHbZ3M8CV_XqvuYeJp0SRUESM1yNler8GCuqOp4I3fT9xElM-GJdH7_mBlqYxBA5nFo6_dis1sYyN9iv4E58A1zSh-tsaak_UD2q6-t7z_sTiWHQWWKqH6FlDp3UcI1iB2cPMwzyqTbtMKgOtg/s990/las-ultima-de-la-fila.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="556" data-original-width="990" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWefzRjpO6lG8ZH6hU1_4yDB8pXZx8iDA6aDR2mwEtdHbZ3M8CV_XqvuYeJp0SRUESM1yNler8GCuqOp4I3fT9xElM-GJdH7_mBlqYxBA5nFo6_dis1sYyN9iv4E58A1zSh-tsaak_UD2q6-t7z_sTiWHQWWKqH6FlDp3UcI1iB2cPMwzyqTbtMKgOtg/w400-h225/las-ultima-de-la-fila.jpeg" width="400" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p style="text-align: justify;">Sobre los libros nunca desvelo ni la trama ni el desenlace, así que tampoco lo haré sobre esta serie de Netflix firmada por Daniel Sánchez Arévalo. Solo que me está haciendo reír, llorar, recordar y sentir mucha melancolía.</p><p style="text-align: justify;">Me quedo con unas palabras: "No estamos en el día a día de cada una [...]. Y cuando nos juntamos es como si no hubiese pasado el tiempo y nos viésemos todos los días. Pero no es así. No, no compartimos todas nuestras cosas".</p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-61360506366343265082022-09-18T16:30:00.003+02:002022-09-19T09:35:47.195+02:00Finde del finde<p>Hoy, necesito que el fin de semana se estire y duplique. Necesito un finde del finde. Estoy agotada.</p><p>Quien crea que en los pueblos no hay actividad, le invito a conocer el mío. Y el de al lado. </p><p>El viernes noche fue un preámbulo de lo que vendría con la invitación que recibí para asistir a la Feria de Algeciras, pero en en el pueblito bueno, en Arándiga. </p><p>No bailé sevillanas, pero casi. Hoy, Paqui, la anfitriona, me ha dicho que el año que viene me visten de flamenca. Este año se cortaron quizá porque era mi primera vez... </p><p>Agradezco su enorme generosidad ya que abrieron las puertas de su patio a todo el pueblo y yo me puse morada de jamón. </p><p>El sábado despertó temprano porque tocaba hacer tomate frito. Es una de las tradiciones de mi casa que no estoy dispuesta a perder. Tomate frito y mermelada de higos. </p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6Mtp8RSRXtBRS-lnWLrUIGtj8hKXq5rmdwJjOKlh7N68ZQrIBzRwPpEqk89CLaj640ejCz5ywIrTPoa5AQw3UGjM5yyqMBsryGVSQToFJwTqJu5v3SSpICJfkzxhY3aKfiVqyN-cTrutQVnGZCaM80pfqMgsddIwoApjUglt-CVfveKzQ7rXXuA0Aqg/s3264/mermelada.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3264" data-original-width="2448" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6Mtp8RSRXtBRS-lnWLrUIGtj8hKXq5rmdwJjOKlh7N68ZQrIBzRwPpEqk89CLaj640ejCz5ywIrTPoa5AQw3UGjM5yyqMBsryGVSQToFJwTqJu5v3SSpICJfkzxhY3aKfiVqyN-cTrutQVnGZCaM80pfqMgsddIwoApjUglt-CVfveKzQ7rXXuA0Aqg/w300-h400/mermelada.jpeg" width="300" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p>A media tarde estaba agotada, ni tiempo hubo para una cabezada, cuando me fui al pueblo de al lado, Morata de Jalón, para recordar a mi suegro probando y valorando los tomates de la cata que él animó a crear hace 7 años. </p><p>Me gustaron todos. </p><p>Por la noche, había más planes, la cena de mujeres, pero yo me excusé y a las 21 h, estaba en la cama leyendo un libro precioso. </p><p>El domingo, después de bajar, subir y mover los botes ya de conserva de aquí para allá... Me he preparado para el club de lectura La Charradica. </p><p>Hoy, ha sido muy especial. Hemos comentado <i>Naturaleza infiel</i> junto a su autora, Cristina Grande. </p><p>Ella tiene una casa en nuestro pueblo y nos ha abierto las puertas. </p><p>Ha sido muy bonito ver a tantas personas reunidas. </p><p>Ya tenemos nueva fecha y nuevo título, ojalá en la próxima seamos tantos y tantas. </p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNes3304BxbBLzcL2pMdNTxvT_uc4GX3L2QZqv0ck_v8qm9ME5GDkHhGyMMV5CKI6AbAjusGSX6qVUlUlh7-AD16JanZHnFFXlrlPQBHHwRBfIxcXa1K4FvLo-EG0Zl1rsc9u6HrV_IlqSliAc_FP2lPYHx9BmKw9O5vNr-lDOi-KprGNgLMQooW4__Q/s549/libros.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="549" data-original-width="372" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNes3304BxbBLzcL2pMdNTxvT_uc4GX3L2QZqv0ck_v8qm9ME5GDkHhGyMMV5CKI6AbAjusGSX6qVUlUlh7-AD16JanZHnFFXlrlPQBHHwRBfIxcXa1K4FvLo-EG0Zl1rsc9u6HrV_IlqSliAc_FP2lPYHx9BmKw9O5vNr-lDOi-KprGNgLMQooW4__Q/w271-h400/libros.JPG" width="271" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p>Lo dicho, necesito un finde del finde. </p><p>Espero recuperarme porque vuelvo al pueblito bueno en dos semanas... Y Ana, María, la otra Ana e Irene seguro que me preparan planes... </p><p><br /></p><p><br /></p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-60092171554232947902022-08-20T10:06:00.001+02:002022-08-20T10:11:29.516+02:00El acento es tu tesoro<p>Me gusta mucho el anuncio de Cruzcampo en el que Lola Flores, tan bella como era, reivindica el acento.</p><p>"El acento es tu tesoro. No lo pierdas nunca. Manosea tus raíces, que de ahí siempre salen cosas buenas. ¿Sabes por qué a mí se me entendió en todo el mundo? Por el acento". </p><p>Os prometo que se me eriza el vello. ¡Qué mensaje!</p><p>Sobre este anuncio charlaba ayer con las dos Anas y María mientras le hincábamos el diente a unos boquerones y unas Ambar. Les dije lo mucho que me gusta el anuncio y lo que me fascina escucharles hablar. </p><p>Porque hubo un tiempo en el que a mí cada dos por tres, al decir que era de Zaragoza, me hacían el chistecito de la única palabra que se acentúa dos veces. Y yo, como buena escorpiona, me pillaba unos globos tremendos. La broma no me hacía ni pizca de gracia. ¿Quizá porque entonces me daba vergüenza? Volver a las raíces a veces requiere aproximarse de manera gradual. </p><p>Quiero creer que a mí siempre me ha gustado mi acento aragonés y siento de veras haberlo perdido en gran medida. Por eso, cuando alguien me dice: "Uy, qué acento te ha salido". Me chifla. Y si lo mezclo con algo de riojano y otro poco de soriano, me requetechifla.</p><p>Ojalá que de estos días en el pueblito bueno me lleve de nuevo esa musiquita en las sílabas. También esas palabras que decimos aquí y que en otros lugares no se entienden. </p><p>Ayer disfruté muchísimo charrando toda la tarde con estas mujeres. Primero con Ana, mientras hacíamos mermelada de moras. Ella no sabe que analizo cada una de sus palabras porque me encanta cómo habla. </p><p>Cuando me lea, dirá: "Vaya tontada escucharme". Y ese 'tontada' que no 'tontería' me gusta. Porque aquí, en el pueblito bueno, en Arándiga, somos más de tontadas que de tonterías.</p><p>El colmo del gusto para mis oídos es escuchar a la otra Ana. Ella, desciende del pueblo, pero vivió en Algeciras y se estableció aquí hace algunos unos años. Su mezcla es extraordinaria. </p><p>En un rato subiré a por el pan, diré "¿Quién es el último o la última?" y, ellos y ellas no sabrán que observaré las palabras, el tono y el acento con el que se comunican. Subir a por el pan es una maravilla. Hay veces que me dan ganas de grabarles. ¡Y cómo me dan ganas de hacerles fotos!</p><p>De hecho, en el otro pueblito bueno, Monteagudo de las Vicarías, hace unas semanas, les pedí a varios vecinos si podía hacerles unas fotos. Tengo pendiente imprimirlas y regalárselas. </p><p>Pero volviendo a los acentos. Recuerdo en las clases de <i>Variedades del aragonés</i>, en la Universidad, que nos ponían grabaciones de dialectos e incluso idiolectos de diversos valles del Pirineo. A mí, escuchar a esos ancianos y ancianas me maravillaba. Y emocionaba. </p><p>Me encantaría grabar y fotografiar a los diversos corrillos que se forman a media tarde, cuando el calor da una tregua, y por la noche. Cuando la gente se reúne a la fresca, la de toda la vida. </p><p>Esta mañana, mientras paseaba temprano a Lala, tomé estas fotografías. Aquí se reúnen cada día.</p><p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnyip7iTEPu0Vkosqis2ffXyXkexWyw2IJFzsSTcLGoTnaeAEPfcyuSq7lPq2DhNvQmUkmKLzBUVtn6pJv3RAiHoqtN9vlpNNPvaLD1jZ9gNCDGdoiRvjAd0j1VpwmrHNRpIYQY7Dt7KhD6i81_ZJi6HfOrdZF94vgLDNwseAF1Uf2F7UkXmr1ZpJHtg/s5120/IMG_20220820_084038.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="5120" data-original-width="3840" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnyip7iTEPu0Vkosqis2ffXyXkexWyw2IJFzsSTcLGoTnaeAEPfcyuSq7lPq2DhNvQmUkmKLzBUVtn6pJv3RAiHoqtN9vlpNNPvaLD1jZ9gNCDGdoiRvjAd0j1VpwmrHNRpIYQY7Dt7KhD6i81_ZJi6HfOrdZF94vgLDNwseAF1Uf2F7UkXmr1ZpJHtg/w300-h400/IMG_20220820_084038.jpg" width="300" /></a></div><br /><p><br /></p><p>Bueno, que me invade la nostalgia o la melancolía, que todavía no sé cuál es la diferencia entre ambas. </p><p>Por cierto, ayer fue tarde de moras y de recordar lo bueno que está el pan del pueblito bueno y la pena que nos da que a final de año, el panadero eche el cierre. Menos mal que un día le pedí permiso para hacer unas fotos y las guardo. </p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0zVeDmMUHLe4MNTSB1NdSz5ZAzWvO93R50lPJ1m3KCDm6Q1diENXzmIgTlCeOzQc5XoaKv4fCFZqN2s3xE-thHYExbl4_lI_08BsNFyV-XA_zxTuCoKwLKeDVOAhBBvm_c7OuCuhsCcwFHuR9b59MqhqHjq2YA5pXD0cOw0YfNKTbIZF2wAsYMECPNg/s481/panaderia.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="481" data-original-width="302" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0zVeDmMUHLe4MNTSB1NdSz5ZAzWvO93R50lPJ1m3KCDm6Q1diENXzmIgTlCeOzQc5XoaKv4fCFZqN2s3xE-thHYExbl4_lI_08BsNFyV-XA_zxTuCoKwLKeDVOAhBBvm_c7OuCuhsCcwFHuR9b59MqhqHjq2YA5pXD0cOw0YfNKTbIZF2wAsYMECPNg/w251-h400/panaderia.JPG" width="251" /></a></div><br /><p><br /></p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4695319590047161961.post-43386468290312819912022-08-14T10:03:00.000+02:002022-08-14T10:03:11.289+02:00La casa de los padres<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnNKnw8KD3mrvQUo73gbcVQ8nf-fDeaTjPnB5TKe8LQ4hn__JKsrnn1R9X_Wf4Bmw-tC84jHislTQWRx3m_9c0y4QpIC9fkEdPf_ZjaO3K-fvhkqRT7LJ7FVWHLesGgfZP95F_6GmMUrSMHr5h5gxQqScdtExtbjVIkVc6iBk6YMUfjrr5cMaz918L-Q/s1573/lala.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1573" data-original-width="1072" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnNKnw8KD3mrvQUo73gbcVQ8nf-fDeaTjPnB5TKe8LQ4hn__JKsrnn1R9X_Wf4Bmw-tC84jHislTQWRx3m_9c0y4QpIC9fkEdPf_ZjaO3K-fvhkqRT7LJ7FVWHLesGgfZP95F_6GmMUrSMHr5h5gxQqScdtExtbjVIkVc6iBk6YMUfjrr5cMaz918L-Q/w273-h400/lala.jpg" width="273" /></a></div><br /><p>El bendito teletrabajo me está brindando un verano itinerante y volver sin prisa a lugares que necesito casi como respirar. Uno de ellos es mi casa. </p><p>Porque aunque yo tengo un hogar propio y lo comparto con él y con ella, en el fondo, en el fondo, la casa de mis padres sigue siendo mi casa. Ese verdadero útero materno, cobijo y protección. Aquí nada malo puede suceder. </p><p>En estos días Lala duerme y duerme, -como hace allá donde se encuentre, eso no es novedad-, sobre todo encima de una alfombra que ha sido pisada durante infinidad de años. Eso me gusta de la casa de los padres: que los objetos acompañan desde que la familia ni siquiera era como tal porque faltaban personas por llegar. </p><p>La alfombra, algunos de los sofás y las estanterías llegaron con ellos desde Madrid. Desde el pisito de Carabanchel a esta inmensa casa que construyó mi padre y en la que hemos crecido tan felices. </p><p>Sí, apenas llevo unas líneas escritas, y siento los ojos humedecer por la emoción. Quiero que este hogar siempre sea así. Que no haya que cambiar nada porque cada uno de los objetos sigue cumpliendo su función, práctica o estética, y merece continuar entre nosotros.</p><p>Yo soy un poco viejuna y tampoco me gusta comprar muebles ni objetos que sustituyan a otros simplemente porque ya no son tendencia. Lo habré heredado. </p><p>De este hogar me encanta que ya no haya una vajilla completa -la del día a día, que para Navidad tenemos varias completas-, que los vasos de duralex de tantos lavados sean opacos y que cada vez que nos sentamos a la mesa casi cada uno tenga un plato diferente.</p><p>Hace unos días, caminando con Claudia, al llegar a un albergue y sacar mi funda de almohada -sí, soy muy escrupulosa y llevo una conmigo-, se río y sé que también había implícita una mini dosis de ternura, porque la funda era de casa de los abuelos: 'Se transparenta la tela', dijo.</p><p>Y sí, en esta casa, las sábanas son tan viejitas que se transparentan. ¿Y qué? Siguen envolviendo buenos y, a veces no tan buenos, sueños. Como las toallas, que exfolian. </p><p>Las casas de los padres deben seguir así. Lo necesitamos. </p>María Nájerahttp://www.blogger.com/profile/17482613577406776833noreply@blogger.com0