Sobre el egoísmo




Llevo unos días pensando en ello. 

Fue esta semana, cuando tenía que hacerme una prueba en el hospital y pensé en la ansiedad que esa misma prueba le provoca a mi padre y en cómo le restamos importancia. Le decimos, sin titubear: '¡Pero, papá, cómo te puede provocar claustrofobia!'

Cuando el enfermero me preguntó si me ponía nerviosa, vacilé y respondí: 'Creo que no'. Entonces pensé que quizá ese día podía alterarme. No fue así, de hecho me dormí un poquito. Pero pensé en que siempre hablamos por los demás, le restamos importancia a los sentimientos y emociones de los demás, sobre todo, cuando esas reacciones nos incomodan a nosotros. No queremos tener cerca a familiares ni amigos asustados, bloqueados, hundidos...

En definitiva, actuamos egoístamente. No queremos tener que ocuparnos de ellos... prestarles un poquito más de atención o no hablar de tonterías, abordar sus preocupaciones, ponerles palabras...

No hablemos por los demás cuando están enfermos y preferimos no saber que sufren física y emocionalmente. Cuando reciben un diagnóstico demos el espacio para que lo afronten a su manera, con sus tiempos. 

No pidamos que los demás estén bien, y que sea pronto, cuando estén tristes, preocupados.

No creamos que tenemos la solución ni la respuesta. Simplemente intentemos acompañar y no minimizar. Y sí, fastidia que la tristeza dure una temporada y que esa persona ya no sea tan alegre como antes. 

Egoístas, somos egoístas, porque preferimos que él o ella esté tranquilo simplemente para que nosotros no tengamos que prestarle atención, tenderle una mano. Para que no nos incomode. 

Esta semana, una película también me ha hecho pensar acerca de este asunto. Se trata de Historia de un matrimonio, está en Netflix y son muchos los que la han visto y la recomiendan. Siguiendo precisamente esos consejos, empecé a verla. Pero tuve que dejarla porque me provocó muchísima tristeza y la certeza de que a alguien cercano yo no he sabido ayudarle. Quizá incluso no he querido ayudarle porque, como digo, soy egoísta y prefiero que no me vengan con problemas.

Creo que no solo no le he ayudado sino que he actuado muy mal. Y lo siento. En los próximos días, en los que pasaré en familia, me he propuesto hablar con él y decirle que lo siento. 

Ahí va mi pequeña reflexión dominical.

Buen día, 

Comentarios

Entradas populares