Finde del finde

Hoy, necesito que el fin de semana se estire y duplique. Necesito un finde del finde. Estoy agotada.

Quien crea que en los pueblos no hay actividad, le invito a conocer el mío. Y el de al lado. 

El viernes noche fue un preámbulo de lo que vendría con la invitación que recibí para asistir a la Feria de Algeciras, pero en en el pueblito bueno, en Arándiga. 

No bailé sevillanas, pero casi. Hoy, Paqui, la anfitriona, me ha dicho que el año que viene me visten de flamenca. Este año se cortaron quizá porque era mi primera vez... 

Agradezco su enorme generosidad ya que abrieron las puertas de su patio a todo el pueblo y yo me puse morada de jamón. 

El sábado despertó temprano porque tocaba hacer tomate frito. Es una de las tradiciones de mi casa que no estoy dispuesta a perder. Tomate frito y mermelada de higos. 

A media tarde estaba agotada, ni tiempo hubo para una cabezada, cuando me fui al pueblo de al lado, Morata de Jalón, para recordar a mi suegro probando y valorando los tomates de la cata que él animó a crear hace 7 años. 

Me gustaron todos. 

Por la noche, había más planes, la cena de mujeres, pero yo me excusé y a las 21 h, estaba en la cama leyendo un libro precioso. 

El domingo, después de bajar, subir y mover los botes ya de conserva de aquí para allá... Me he preparado para el club de lectura La Charradica. 

Hoy, ha sido muy especial. Hemos comentado Naturaleza infiel junto a su autora, Cristina Grande. 

Ella tiene una casa en nuestro pueblo y nos ha abierto las puertas. 

Ha sido muy bonito ver a tantas personas reunidas. 

Ya tenemos nueva fecha y nuevo título, ojalá en la próxima seamos tantos y tantas. 

Lo dicho, necesito un finde del finde. 

Espero recuperarme porque vuelvo al pueblito bueno en dos semanas... Y Ana, María, la otra Ana e Irene seguro que me preparan planes...