Hoy nadie me lee

Estoy segura de ello. 

Hoy todo el mundo tiene planes menos yo. Estoy atrapada en Madrid porque no tengo coche para ir a mis pueblos de Soria o de Zaragoza, reunirme con los míos, bañarme en el pantano o en el río, comer paella y echarme una buena siesta. Ah, y darle muchos besos a mi Friduki. 

No tengo coche y quien decidió implantar los trenes de alta velocidad solo pensó en los ricos. Supongo que solo ellos pueden pagar el precio de un billete de vuelta que cuesta 48 o 53 euros. La ida pensaba hacerla en bus, que lleva más tiempo pero asciende a 12 euros. Por si alguien se lo pregunta, sí, los trenes regionales, lentitos pero económicos, prácticamente han desaparecido. 

Dicho esto, sí, estoy de bajón. 

Hoy, me levanté para asistir a un taller sobre bienestar (yo y mis seres de luz) en Ecocentro. Estuve esperando pero la persona que debía impartirlo no apareció. Al menos, mientras aguardaba su llegada, tomé un café muy rico. 

Dubitativa sin saber muy bien qué hacer, caminé por el centro de Madrid pese al calor y algo bueno tuvo la mañana. Regresé a La Manzana Madrid (San Gregorio, 11), una tienda que apenas he descubierto hace unos días. Intuí que, contra el bajón, una compra que me rondaba la cabeza no me vendría mal. ¡Me refugié en el consumismo! 

Así las cosas el de hoy será un post ligerito, nada de grandes reflexiones. Tampoco sobre lecturas. Hoy recomendaré La Manzana porque me ha gustado muchísimo por su estética (ligera y ordenada), por su concepto y por la atención de las mujeres que están al frente. Me gusta además...

Porque a mí que no soporto que me toquen los pies, hace unos días me hicieron una relajante pedicura.


Porque reúnen firmas cosméticas afines con mi forma de ver el mundo: sostenible. 


Porque allí he descubierto Jane Apothecary. Es una firma que, pese a su nombre, procede de Murcia y que su primer, pero no único, atractivo es el packaging. En mi opinión, muy británico. Y a mí que echo de menos Escocia every single day, me conquistó. 



La propietaria de La Manzana al conocer mis problemas con la piel del rostro, me dio una muestra. 

Tras probarlo durante una semana, me he convencido de que el sérum hidratante y calmante de Jane Apothecary está hecho a mi medida. 

Su textura es delicada y su aroma, maravilloso. Aplicárselo es en sí un gesto de bienestar. 

Contiene siete aceites vegetales antioxidantes, extracto de manzanilla y aceite esencial de lavanda y pomelo. Además de extracto de regaliz. 

Habrá quien diga que vaya caquita de post he escrito hoy. Ay, queridos lectores, desde hace algún tiempo, me permito los días de bajón, dejo que pasen porque existen como, por suerte, existen los días alegres. Y los unos y los otros tienen 24 horas.

Entonces, no hay que darle demasiadas vueltas a la cabeza y escribir sobre ligerezas es una buena herramienta.

¡Feliz sábado lleno de planes y de buena compañía!

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