Sobre la memoria olfativa
El sábado fue el aroma de la higuera. El domingo, el jabón de gitano al frotarlo entre las manos mojadas y mostrarle a Álvaro la espuma.
Hoy han sido las ceras Manley.
Y como estoy como estoy, absolutamente vulnerable, pues me paso el tiempo con los ojos humedecidos.
Cuando he descubierto la caja de ceras y la he abierto, zas, inmediatamente he vuelto al colegio, a una clase de plástica de cualquier curso. Seguramente de primero a tercero de EGB.
He recordado aquella sencilla manualidad y se la he mostrado a Álvaro. Le ha encantado y le he contado que yo siempre carecí, y carezco, de todas las habilidades artísticas que ellos tienen.
Esta mañana, temprano, mientras Frida se bañaba en el río (que son dos) también he percibido el olor a zurrapa. He sonreído y sentido que soy una suertuda.
Suertuda total
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