La dicha de leer II


 

En mi opinión, un libro siempre es un gran regalo. Y nunca se tienen libros suficientes. Así que prosigo con la lista de mis lecturas en 2023 y si alguien necesita ideas para sorprender o sorprenderse quizá aquí encuentre alguna pista. 

Daniel Pinilla con frecuencia me hablaba de un libro como el idóneo para Tinta Fina. Cuando fue mi turno, lo elegí. 

Bajo el árbol de los Toraya, de Philippe Claudel. A mis colegas de charla literaria les encantó, sin embargo a mí me gustó, pero no rozó el entusiasmo. Aún así agradezco la sugerencia y siempre son bienvenidas las de alguien con tan buen criterio como Dani. 

El libro de los Baltimore, escrito por Jöel Dicker, posiblemente es el título que menos me ha gustado del autor, pero lo devoré como si me fuera la vida en ello. Este hombre a mí, personalmente, me genera adicción. 

Fue una maravilla volver a mi admirada Almudena Grandes. Los pacientes del doctor García es una de mis lecturas favoritas de este año que se asoma a su fin. De manera paralela, vi la serie. Nada que ver, pero tampoco está mal. En este volumen, Grandes, una vez más, imparte clases de historia definitivamente imprescindibles. 

Como fue un placer regresar a la prosa de Luis Landero en Una historia ridícula. Este autor español no falla. Poco después también leí (y recomiendo) El balcón de invierno

En un momento de falta de interés por nuevos libros, pedí sugerencias en mis redes. Me llegaron varias de las cuales elegí: Los naufragios del corazón, Benoite Groult. Abandonado. 

Me gusta Laura Ferrero. Y me gustó mucho su último lanzamiento editorial: Los astronautas

Me interesó, me gustó, pero también hubo pasajes que me resultaron arduos. Sobre todo los concernientes a historias de pacientes del pasado. Me refiero a La Historia de los vertebrados. Dame un libro que hable de las maternidades, que seguramente lo lea. Su autora es Mar García Puig. 

Alguien a quien admiro mucho escribió un volumen, en apariencia ligero, sobre piscinas y superó naturalmente cualquier expectativa. Anabel Vázquez escribe de cine, aporta información interesante y es un gustazo sumergirse en sus páginas como si de un chapuzón en una piscina se tratara en una tarde sofocante. Su libro lleva por título Piscinosofía

Me gustó e inquietó De bestias y aves, de Pilar Adon.

Me fascinó y posiblemente sea uno de los libros que más he recomendado en estos meses. Me refiero a Maddi y las fronteras, qué historia tan especial y necesaria la que ha recuperado y novelado Edurne Portela. Ella, Portela, me gusta bastante. 

10 libros muy disfrutados.

1 abandonado. 



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