De frío y bañeras

Siento frío. Y cuando siento frío sueño con bañeras.

La explicación es clara: el piso que habito carece de ella. Y, he de confesar, que el anterior la tenía, pero los baños en calma pasaron a la historia el día que abrí la puerta y el techo estaba hundido. Me persiguen las goteras de las vecinas (Sí, vecinas).

Y pasa que cuando siento frío y sueño con bañeras, me meto en la ducha ¡Claro! Y como no puedo sumergirme en un baño lleno de esencias, pues las utilizo mientras me enjabono, luego hidrato mi piel con ellas -desde los pies hasta las manos, labios... sin dejar un centímetro libre- y enciendo velas cuyo aroma tampoco pasa desapercibido.

Dado que estoy soñando y ya salí de la ducha, os diré que este post es mono temático. Sí, gira única y exclusivamente en torno a una firma de cosmética que me ha conquistado: Tokyo Milk (www.tokyo-milk.com) de venta en Femisa. Objetos Perdidos (Corredera Baja de San Pablo, 8).

Sus jabones... (Lo sé. Ya confesé mi debilidad por ellos)









Las cremas para hidratar el cuerpo, las manos... una y otra vez, si bien, el perfume perdura con intensidad.

   



Entre los ingredientes clave: té verde japonés, corteza de mimosa, diente de león, manteca de karité, aceite de nuez de Brasil... Imaginad. ¿Y sus velas? Delirantes. Ni siquiera es preciso encenderlas, tan solo descubrir la tapa.






(© Fotos Tokyo Milk)


En Femisa, además, hay jabones líquidos, labiales, etc. ¿Camino ya de la bañera? (¡Afortunados vosotros!)

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