De malvas y macarrones

Nula. Cuando era pequeña no tenía ningún tipo de habilidad en Plástica. Creo que incluso suspendí en una ocasión. Y en otra, en la misma evaluación, Religión y Educación física; esta última, eso sí, porque no soportaba al profesor y me negué a saltar el potro.

Tan nula que lo máximo que sabía hacer era collares con hilo y macarrones o con las semillas de las malvas. Por ello, admiro la belleza y magia que algunos creadores imprimen a sus obras. Y no hablo de grandes esculturas o lienzos y sí de complementos, pequeñas joyitas.

Precisamente, inauguré este blog haciendo mención a tres de estas geniales artistas: Ana, Almudena y Lola. Pasados estos meses vuelvo al trabajo de la última: el alma de Oliphant (Santa Teresa, 7. http://www.oliphant.es/).


Un gatito de la suerte de su penúltima colección adorna mi muñeca izquierda y ahora se atreve con las libélulas. Y este insecto me fascina desde que observaba su color -rojo, naranja o azul-violeta irisado- volando sobre la manzanilla, el romero y el agua del pantano de mi infancia. 


Junto a otros de su especie, protagoniza la colección que Lola, enamorada de la botánica y las ciencias naturales, presenta. Su nombre es Coleoptela





(© Fotos: Oliphant)


Afortunadamente nunca temí a los bichitos... Ni siquiera a la cucaracha muerta el otro día en mi baño.

Comentarios

  1. ¡Qué bonita colección! ¡Me encanta :)! ¡Besitos mil!

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  2. Preciosa colección María. A mí también me encantan estas pequeñas joyitas, quizás sea porque yo tampoco tenía ninguna habilidad con la plástica

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  3. Sandra, ¡cuánto tiempo! ¿Cómo estás, preciosa? Mil besos y siempre gracias por seguirme,

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