Comer con conciencia

No me gusta ir de compras. Entiéndase que no disfruto mirando ropa, zapatos, complementos... pero, eso sí, déjame un ratito en una librería o en una tienda de comida, y seré feliz.





En Madrid, me fascinaban los viejos ultramarinos de nuestro barrio, Chamberí; en cualquier ciudad que visito, es parada obligatoria su mercado de abastos y las tiendas gourmet. La culpa es de mi madre... Si hay mar, la lonja no se escapa. 

En Pamplona, el tiempo pasa sin darme cuenta en el Mercado del Ensanche y también en Lurkide, la tienda ecológica en la que semanalmente hago la compra. 

La oferta bio en esta ciudad es extensa. Queda claro que a los navarros les gusta la buena mesa y se toman muy en serio saber que los alimentos que se llevan a la boca son de calidad. Eso y que tienen nombre y apellidos.




Lurkide es un espacio pequeño regentado por Héctor. No es un gran escaparate con infinidad de artículos. Por ejemplo, no tiene cosmética, tan sólo comida, esencialmente, verduras y frutas de temporada. Por eso, no se encuentra de todo porque, si atendemos a las estaciones, no puede haber de todo. Así fue en el pasado y así debería seguir siendo.

Forma parte de una cooperativa que es la unión de varias tiendas y agricultores que desean que sus mercancías lleguen directamente al consumidor. El precio, por tanto, es más económico porque se ahorran intermediarios.

El lugar de origen es principalmente Navarra. Aunque, los limones y las naranjas, claro, no son de aquí.

Huevos, legumbres, pan y también alimentos envasados como aceite, zumos, infusiones, azúcar, algas... También quesos, yogures, mantequilla y carne. 





(© Fotos CyC)

Por calidad y por precio, merece la pena comer con conciencia. Saber que lo que ingerimos no ha sido tratado con química. Y que su apariencia quizá sea menos bonita pero huelen a lo que deben oler. 

Lurkide es como los comercios de antes. Si te falta un euro, no pasa nada. Lo pagarás la próxima vez, porque seguro que vuelves.

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