Flan de huevo

Tengo dos hermanos aunque generalmente hablo de uno. Mi madre también existe aunque generalmente hablo de mi padre. 

Digo esto porque el confinamiento me está agudizando la nostalgia, que yo por naturaleza tengo desatada. Soy una persona bastante nostálgica. Me refugio con mucha frecuencia en lo que fue, en los recuerdos.

Últimamente, pienso más que de costumbre en mi otro hermano y en mi madre. El otro día hablé con él y le dije que recordaba que siendo niños, él creyó que podía haber una guerra y almacenó latas de espárragos y botes del melocotón que hacía nuestra madre en almíbar. Me contestó que creía que lo había soñado.

Hablando ahora con el hermano del que escribo todo el tiempo me ha dicho que había hecho un flan de huevo, que había sido muy fácil. Claro que mis dos hermanos cocinan de echarte a llorar... total que me ha dado la receta. Mi primer flan de huevo se hace al baño María mientras escribo esas líneas.

El flan de huevo me ha recordado que a mi hermano, del que no hablo, le encantaba de niño el flan, pero de sobre. ¿Os acordáis del flanín El chino? Pues ése era su favorito y sin embargo mi madre lo hacía de huevo, casero. Ella tampoco compraba Nocilla, muy a nuestro pesar, ella nos hacía crema de cacao y avellanas casera. Supongo que cuando este hermano lea este texto, me dirá que lo he soñado. 

Durante este confinamiento, que por momentos pierde su gracia, me estoy encontrando cocinando recetas que podría definir como grandes clásicos de nuestra madre. Creo que mi pareja va a aborrecer la sopa de cebolla porque la de su suegra le chifla, pero la mía es a base de bovril...

Hoy, gracias al hermano mayor que me guió, hice mi primera mayonesa y mis primeros huevos rellenos. En la llamada anterior, Nacho me preguntaba qué tal me habían salido y he contestado: 'Nada que ver con los de la mamá'.

Porque mi madre borda todo lo que cocina, bueno, la tortilla de patata, no, pero si hay algo que nos vuelve locos a los tres hermanos es su mayonesa. Yo encuentro pocos placeres tan grandes al de coger un 'cuscurro' de pan de mi pueblo, de Jesús, y ponerle mucha mayonesa. Me chifla el pan de Arándiga con mayonesa de nuestra madre.

En fin que cocinar es un acto de amor y ella, Rosa, siempre nos lo ha demostrado. Y sigue haciéndolo. De hecho, a sus nietos les hace todavía más cosas ricas de las que a nosotros nos hacía y yo, a modo de celos, les digo que son unos carotas.

Ahora mismo, me zamparía ese bocadillo con pan tostado, mayonesa, jamón, queso, lechuga y tomate que les prepara casi cada tarde.

Pablo, mamá, Nacho, papá, Claudia, Diego, Álvaro y Frida, cómo os echo de menos. 

Os dejo que voy a ver mi primer flan de huevo. 

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