Desconexión en la ciudad

Lentamente. Así debería producirse la vuelta a la realidad. Pese a los propósitos y al convencimiento, el despertador (impertinente), el tráfico (rodado y humano), el trabajo (existente o por buscar)... lo hacen difícil.

Para huir del estrés que está por llegar, busco paraísos cercanos y sueño con una noche y algo más en hoteles urbanos con spa. Son hotel-AZOS.

Sheraton Madrid Mirasierra Hotel & Spa (www.sheratonmadridmirasierra.com).  Su oasis acuático se llama Absara Spa y cuenta con 1.300 metros cuadrados destinados al bienestar. Dispone de diversos chorros de agua multiangulares y volcanes revitalizantes que estimulan los músculos.


(© Foto Sheraton Madrid Mirasierra)

También cuellos de cisne, tumbonas relajantes sumergidas y un río artificial. No es todo: dos carriles de nado, pediluvio, sauna y baño turco. Si junto a la desconexión, se busca salud y belleza, la carta de tratamientos es realmente amplia.

En el interior de Radisson Blue Hotel Madrid Prado (www.radissonblue.com) las prisas no son bienvenidas.


(© Foto Radisson Blue)

Ellas no acceden a la piscina de chorros ni a la zona de cromoterapia como tampoco al baño turco. Si después de esto, alguien sigue pensando en ellas, un buen consejo es recurrir a las manos de Eva Colet y su equipo, quienes se ocupan de aliviar las tensiones pendientes. Si es que queda alguna.

En Barcelona, el hotel Mandarin Oriental (www.mandarinoriental.es/barcelona) es un lujo para los sentidos. Situado en un distinguido edificio que data de mediados del siglo XX, su interiorismo, firmado por Patricia Urquiola, es espectacular. Tanto como la desconexión que se alcanza en su spa de mil metros cuadrados y con una amplia variedad de terapias holísticas. 



Brinda desconexión, descanso y meditación. En cuanto a las marcas de belleza, son Linda Merdith, Bastien González y Jemma Kidd.





(© Fotos Mandarin Oriental)


Al final de la playa de la Barceloneta, se erige W Barcelona (www.w-barcelona.es). Diseñado por el vanguardista arquitecto Ricardo Bofill, alberga el primer Bliss Spa de España. 


Acoge una boutique con los productos de esta reconocida marca, dos centros de manicura y dos de pedicura así como ocho salas de tratamiento. 

Y claro está, zona húmeda, baño de vapor, sauna y jacuzzi. Detalles que marcan la diferencia: el hilo musical bliss de R&B y el bufé de brownies.


 (© Fotos W Barcelona)

Y yo me quedaría eternamente en La Mamounia (www.mamounia.com). Por la atmósfera de este legendario hotel de Marrakech, la que envuelve cada una de sus habitaciones, sus jardines y el spa; por ello, lo haría. 


Para descubrir rituales corporales como el que combina las propiedades hidratantes del aceite de argán, almendra, sésamo y arcilla blanca. Mimos de pies a cabeza, con productos diseñados en exclusiva para este hotel con el que todo el mundo alguna vez ha soñado. 


(© Fotos La Mamounia)

En la misma ciudad, Palais Namaskar (www.palaisnamaskar.com). La leyenda todavía no le acompaña porque ha sido recientemente inaugurado. Pronto, quizá, sea una de sus características. Soberbiamente decorado, su spa está inspirado en los principios del Feng Shui. En este espacio sensorial dominan, por tanto, el equilibro, la energía y la pureza.


(© Foto Palais Namaskar)

Al otro lado del Atlántico, en Miami Beach, está Soho Beach House (www.sohobeachhouse.com), en un edificio art decó construido en 1941 y recuperado por el interiorista Martin Brudnizki. Sus 50 habitaciones son un refugio a salvo del bullicio de South Beach. Y por supuesto, el Cowshed Spa,  con vistas marítimas.





(© Fotos Soho Beach House)

Ocupa la planta baja del inmueble y dispone de zonas de manicura y pedicura, cinco salas y rincones privados así como una sauna y un baño turco de eucalipto. Entre los tratamientos, destacan masajes con piedras calientes, faciales de vitamina C, shiatsu, etc. 

En estos hoteles, ¿quién no desconecta?  

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