Lo encontré



Cerca, apenas a unas calles de casa y en mi barrio, en Chamberí. Delicioso, fácil, es Pancomido (Zurbano, 50), situado en esa esquina que anteriormente ocupó La Despensa de Zurbano.

Imposible no detenerse.

Las pastitas de té lo dicen todo desde el pequeño escaparate.



Una vez dentro, la tentación se hace mayor en forma de brioche, bollos suizos...




y cruasanes hojaldrados. 

En Pancomido adoran la mantequilla y siguiendo la escuela francesa, elaboran unos bollos que dejan sin palabras.



En cuanto al pan, ofrecen más de 50 especialidades de su propio obrador. Con cereales de primera calidad y otros ingredientes: tomate, orégano, tomillo, queso, patata...

 Y cada día hay grandes barras para comprar por rebanadas, según las necesidades.






Es bonito, agradable y con unos precios que la mayoría debería tomar nota.








(© Fotos Cardamomoyclavo)


En definitiva, es la fórmula perfecta para desayunar, merendar y regresar al día siguiente. Ah, y abre los sábados y, pronto, también los domingos.

Encontré la pista favorita para las mañanas y tardes de otoño. 

¡Bienvenido frío!

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