De vocación: hospitalero
Mi hermano ha encontrado su vocación. Ahora es hospitalero.
En tan sólo tres meses ha transformado un inmueble, que antaño fue un salón de baile, en su albergue. Se llama Check In Rioja (Los Baños, 2) y está en el centro de Logroño. Me encanta visitarle.
Cantando de alegría al llegar a la meta. Llorando de pena y preguntándome, incluso en voz alta: ¿Pero qué hago aquí?
Entonces me hubiese encantado llegar a un lugar como Check In Rioja.
Seguro que habría deseado quedarme más de un día. Como Cecilia, llegada de Suecia, y que escuchando a su cuerpo decidió permanecer durante dos días: ir al cine, conocer Logroño, probar las tapas... O Juan Miguel, de Málaga, y su dolorida rodilla. Con él he mantenido conversaciones muy especiales.
Me hubiese encantado sentarme y leer un libro, el periódico. En mi lista de añoranzas figuraban la lectura y también algo tan banal como todos mi tarritos de cremas... Esas cositas cotidianas que hacen sentir bien.
En Check In Rioja hay revistas, libros, guías... Y una gran mesa.
Cinco baños individuales.
Wifi gratuito. Y muy buen rollo. Sí, es el albergue de mi hermano,
pero es que lo tiene.
pero es que lo tiene.
¡Suena realmente especial! Y eso de poder conocer a todos los que pasan por allí cada uno con su historia... ¡Me encanta! ¡Un beso, guapa!
ResponderEliminarHola Susana, aquí estoy de manera temporal. Gracias por leerme, siempre. Feliz verano!
EliminarPor supuesto que es éste un lugar especial, de buena acogida, de descanso, de paso y de encuentros también, sí. María, muy buen post!
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